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LECCE 2013 Apertura

The Italian Pastry Chef: una película negra muy pero que muy dulce

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- El segundo largometraje de Luigi Sardiello, protagonizado por Antonio Catania, es un noir de frontera, tanto porque su género se difumina frecuentemente como porque la frontera, como noción geográfica y moral, tiene un papel fundamental en la historia.

The Italian Pastry Chef: una película negra muy pero que muy dulce

Hacer un pastel significa construir el mundo mejor de lo que es. En una tarta hay orden y perfección. Éste es el objetivo de Achille, protagonista de The Italian Pastry Chef [+lee también:
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entrevista: Luigi Sardiello
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(lit.: "El pastelero"), de Luigi Sardiello: el orden. Elegido como película de apertura de la 14ª edición del Festival de Cine Europeo de Lecce (del 8 al 13 de abril 2013), donde ha llegado tras su estreno mundial en el Festival de Annecy en 2012, el segundo largometraje del autor de Piede di Dio [+lee también:
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es un noir de frontera, tanto porque su género se difumina frecuentemente como porque la frontera, como noción geográfica y moral, tiene un papel fundamental en la historia.

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"Quien supera la frontera no puede volver atrás", es la advertencia que recorre la historia. De esta manera, Achille, un personaje ingenuo, melancólico y aparentemente apático, interpretado por un acertado Antonio Catania , se introduce a su pesar en un torbellino de sucesos inesperados. Trabaja como pastelero en un pueblo del sur de Italia, pero no le gusta que le llamen “maestro”. Prepara sus especialidades mientras escucha lecciones de cocina en alemán (en su opinión, el idioma más ordenado). Demuestra una disciplina casi inhumana. Siendo diabético, prepara sus pasteles sin probarlos y todos los días come lo mismo: pasta en blanco y patatas hervidas. Entra en una suntuosa casa de campo para entregar unas tartas y saldrá de ella con un cadáver en el maletero y una pistola apuntada a la cabeza. La orden es salir del país y esconder el cadáver. Nuevamente, no podrá decidir, sino que sigue las decisiones de otra persona, de la misma manera que su padre, cuando era aún un niño, le decía: “Nosotros no podemos comernos los pasteles, pero los hacemos para llevar la dulzura a las vidas de los demás”. Lo mismo cuando tomará la identidad de persona y obtendrá una enorme cantidad de dinero o cuando matará con sus propias manos: no es su decisión. Hasta el sorprendente y liberador epílogo.

No falta ningún ingrediente del cine negro: el intercambio de personalidad, la estafa, la mujer fatal (Rosaria Russo), el malo malísimo (Ennio Fantastichini), el detective de la policía tras sus pasos (Sara D'Amario). El director, autor asimismo del guión, añade un toque de ironía, de surrealismo y de reflexión sobre la vida. Todo ello, unido a un estilo visual muy logrado y a una banda sonora dramática (obra de Andrea Terrinoni), da lugar a una obra que, si bien no alcanza la perfección (como la de los pasteles), tiene una personalidad propia.

Esta producción de Alessandro Contessa para Bunker Lab en asociación con Cinestars ha recibido la ayuda del Ministerio de Cultural de Italia, RaiCinema, Apulia Film Commission y la Región Basilicata.

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(Traducción del italiano)

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