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VENECIA 2013 Orizzonti

Je m'appelle Hmmm...: optar por el silencio

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- La creadora apodada agnès b vuelve a producir y por primera vez dirige una película de poderosa temática que se apoya en la brillante interpretación de la joven Lou-Léila Demerliac

Je m'appelle Hmmm...: optar por el silencio

El primer largometraje de Agnès Troublé (apodada agnès b), titulado Je m'appelle Hmmm... [+lee también:
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y presentado en la sección Orizzonti de la Mostra de Venecia, es una película tranquilamente sobrecogedora que aborda uno de los temas más delicados que pueda haber con un sano pudor en forma de elipsis y silencio.

El lugar central que ocupa el silencio en la cinta se intuye ya desde el título, que retoma las palabras («Me llamo mmm…») de la joven protagonista, Céline (increíble interpretación de Lou-Lélia Demerliac, que además tiene unos rasgos muy similares  a los de la actriz que encarna a su madre en la pantalla, Sylvie Testud), cuando decide escaparse porque no aguanta la ausencia de su madre, el único de los dos progenitores que trabaja. En su rutina de cocina y deberes se encuentra el momento de "subir al piso de arriba" con su ocioso padre (Jacques Bonnaffé) y hacer el menor ruido posible cuando él la sienta sobre sus rodillas con la más terrible de las intenciones.

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Céline tiene unos diez años y lleva sobre sus hombros el peso de todo el mundo. Con ocasión de una excursión al mar, aprovecha y se cuela en el colorado camión de un escocés (Douglas Gordon) que demuestra ser un hombre amable que ha perdido todo en la vida y sabe respetar la decisión de la cría de no decir su nombre, evadiéndose y compartiendo con ella este paréntesis despreocupado, casi mágico, en sus respectivos calvarios: dolores que se confiesan mutuamente en favor de una connivencia tácita que se siente desde el principio gracias a la brutal eficacia de la que hace gala la directora debutante.

A pesar de algunos tropiezos (las referencias a la caligrafía de agnès b que aparecen esporádicamente en la pantalla, la simpleza con que se presenta el contexto, como si todo se resumiera en la situación de desempleo del padre...), la elección de Agnès Troublé de concentrarse en Céline (y callar a los demás) y en los diferentes aspectos de su silencio se revela respetuosa, fina y óptima. A la carga del principio de la imposibilidad de hablar (para no romper un equilibrio familiar ya de por sí frágil, para no quebrar la paciencia de una madre devota pero desbordada, para no perder ya para siempre la figura paterna...) sigue un mutismo voluntario que es preciso respetar porque entonces el silencio no se sufre. De ser un peso se convierte en una opción, fruto de la decisión madura (más allá de los años de vida) de una niña que quiere volver a su infancia.

Je m'appelle Hmmm... es una producción de la empresa de Troublé, Love Streams, a la que debemos, entre otras, la excelente Des jeunes gens mödernes [+lee también:
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y que ha viajado al Lido para presentar una segunda película: La Belle Vie [+lee también:
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entrevista: Jean Denizot
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, de Jean Denizot.

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(Traducción del francés)

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