email print share on Facebook share on Twitter share on LinkedIn share on reddit pin on Pinterest

GIJÓN 2013

The Snow Queen: la animación rusa rivaliza con Hollywood

por 

- El festival asturiano programa esta ambiciosa película animada que no tiene nada que envidiar a las grandes producciones del género "made in Disney"

The Snow Queen: la animación rusa rivaliza con Hollywood

Los niños son invitados de honor en el Festival Internacional de Cine de Gijón, que ya ha cumplido medio siglo de vida y que nació como un certamen dedicado a la infancia y la juventud. Da gusto ver cómo el patio de butacas del majestuoso teatro Jovellanos se llena con la chiquillería, que celebra que se apaguen las luces y empiece la función. La sección Enfants Terribles programó The Snow Queen, una cinta que practica a rajatabla las fórmulas infalibles del cine de animación comercial que se factura en occidente.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

Basada en el cuento de Hans Christian Andersen (que ya tuvo su versión rusa, más artesanal, en 1957, dirigida por Lev Atamanov), esta primera producción de los estudios Wizart Animation de Voronezh ha sido dirigida por Maxim Sveshnikov y Vlad Barbe, quienes no parecen querer disimular que juegan en la misma liga que Disney, Pixar y DreamWorks a la hora de ganarse el aplauso y la atención infantiles, y con ellos la taquilla en fechas vacacionales escolares.

La película cuenta cómo la reina de las nieves tiraniza al mundo con sus olas gélidas. Sólo dos niños huérfanos pueden vencerla, pero son separados por la malvada del hielo y tendrá que ser la chica, Gerda, quien se convierta en heroína en su intento por rescatar a su talentoso hermano. En el camino hacia la fortaleza de la soberana tendrá que superar todo tipo de obstáculos en una serie de episodios protagonizados por la Mujer Flor (atrapada en un invernadero digno de Alicia en el país de las maravillas), unos piratas varados en la escarcha o un rey bobalicón de familia disfuncional. En su periplo le acompañará el último de los trolls, que hace las funciones de payasete y que, cuando recuerda el destino de su especie, propicia uno de los momentos más artísticos del film, pues dicha historia es recreada con unos trazos más acordes con la escuela rusa de grabados.

El resto del film es un carrusel de persecuciones, caídas y bromas que ejecutan unos muñecos de grandes ojos y ágiles movimientos que recuerdan a las criaturas de las sagas Toy Story y Ice Age. Algo de escatología, monstruos feroces y una simpática mascota completan este espectáculo que arrancó el aplauso de un público tan exigente como el infantil, que no reprime sus quejas en forma de murmullo cuando el pistón de la acción se afloja: los mensajes sobre el poder de los buenos sentimientos y los valores familiares quedan eclipsados por la cámara aérea, la velocidad del montaje y el torbellino de acción de su metraje... como en un film de Hollywood.

(El artículo continúa más abajo - Inf. publicitaria)

¿Te ha gustado este artículo? Suscríbete a nuestra newsletter y recibe más artículos como este directamente en tu email.

Privacy Policy