13/12/2013 - En la cinta de Thierry de Peretti, basada en hechos reales, un grupo de jóvenes de clase baja decide organizar una fiesta en el interior de una lujosa mansión en las montañas de Córcega

Presentada con éxito entre el público y la crítica en la Quincena de Realizadores del último Festival de Cannes, Les Apaches [+lee también:
tráiler
ficha de la película], la sorprendente ópera prima del director corso Thierry de Peretti, aterriza en el Festival de Cine Mediterráneo de Bruselas.

La historia, basada en hechos reales, está protagonizada por un grupo de jóvenes de clase baja, que deciden organizar una fiesta en el interior de una lujosa mansión en las montañas de Córcega, donde el padre de uno de ellos trabaja como vigilante. La situación degenera y al final de la noche desaparecen deuvedés, un equipo de sonido y valiosas armas de caza. El miedo a ser descubiertos da pie a una serie de reacciones en cadena que desembocará en una verdadera tragedia.

Un fulgurante debut, una película que adopta un estilo documental crudo, exenta de sentimentalismos, realizada con planos medios y lejanos, y además rodada en 4:3. “Necesitábamos la estética documental para contar esta dramática situación”, explica el guionista Benjamin Baroche, que ha presentado la película. “Nuestros modelos de referencia son, evidentemente, los hermanos Dardenne, aunque también el argelino Tariq Teguia”.

El contraste de la opulencia en la que viven las clases alta, llamados sin distinción “los franceses” del lugar, y las condiciones de sumisión en las que viven las familias de los protagonistas es el eje sobre el que gira el mecanismo narrativo. Sin justificar ni absolver, sin paternalismos ni psicologismos, de Peretti define en la dialéctica de los eventos en que se basa la película la clave para reproducir una Córcega olvidada, desconocida, encerrada en su propio aislamiento dramático. “Las escenas en las que se ve el mar, en total, son solo dos”, continúa Baroche, “queríamos contrastar las imágenes de postal que a menudo se tienen e Córcega: playas de ensueño, montañas espectaculares, etc., que es cierto que existen, pero nuestro interés se centra sobre todo a la población considerada marginal, que siempre es más numerosa y sobre la cual existe una gran falta objetiva de material audiovisual”.

En este contraste se insertan importantes reflexiones sobre las relaciones de odio, más o menos demostrado dependiendo de las circunstancias, entre las dos clases, que se manifiesta por un lado con muestras de arrogancia, y por el otro con una envidia social que conduce al crimen y a la violencia. El todo se desarrolla en un marco estrictamente individual, un tipo de jungla en la que el “nosotros” se define en función del “ellos”, una dinámica de la que ni siquiera los espectadores permanecen al margen, como demuestra la crueldad de la escena final.

El guion adopta un registro nervioso, que subraya la falta de comunicación entre las partes involucradas, una incomunicación que genera una fuerte tensión que no se expresa, subcutánea, que no se descarga; una tensión que se amplifica con el completo realismo de las escena, debido no solo al estilo cinematográfico, sino también a la utilización de actores no profesionales. “Al principio, tenía ciertas reservas sobre la contratación de personas inexpertas”, nos cuenta Baroche, “y compartí mi preocupación con Thierry, quien, por el contrario, parecía muy seguro de sí, y lo dejé estar”. Al final, tuve que darle la razón”. Orgulloso de sus orígenes corsos, de Peretti ha seleccionado a los actores mediante un casting abierto, un trabajo largo que llevó un año, no solo para seleccionar al reparto, también para formarlo y hacer que se conocieran los personajes, según un concepto de puesta en común más propio del universo teatral que del cinematográfico. “La experiencia más importante”, explica el director, “es la de pasar un año entero con estas personas, para que la historia se adaptara a ellos y viceversa. Yo vengo del teatro y, más que en la actuación, mi atención se centra en la creación de una pequeña tropa capaz de vivir sus días minuto a minuto”.

Producida por Ferris & Brockman y Stanley White, la película, estrenada en agosto de 2013, ha sido distribuida por Pyramide Distribution. 

(Traducción del italiano)