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IFFR 2014

Farewell to the Moon: adiós a la inocencia

por 

- El neerlandés Dick Tuinder presenta en Rotterdam un logrado fresco sobre el descalabro de una familia en plena revolución social de los años 70

Farewell to the Moon: adiós a la inocencia

En 1969, el hombre llegó a la luna. El Apolo 11 aterrizó en el satélite –aunque esta afirmación sea polémica– llenando de nuevas y extrañas esperanzas la industria, la economía e incluso la sociedad, que veía que una nueva era estaba a punto de empezar. Solo tres años después, en 1972, el Apolo 17 cerraba las misiones tripuladas a la luna, y con él, según el director neerlandés Dick Tuinder en Farewell to the Moon [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, se cerró esa nueva era que abría los ojos a un futuro tan atrayente como desconcertante.

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La película, que esta producida por Column Film y compite por el Tiger Award en el Festival de Rotterdam, tiene lugar en un bloque de apartamentos de los Países Bajos, en donde vive Duch (Ward Jansen), un niño de 12 años que dedica su tiempo a querer ser astronauta y observar a Mary (Elise Schaap), la guapa vecina veinteañera que vive al lado. Sin embargo, es la llegada de un nuevo matrimonio y su hija al edificio, lo que revoluciona su vida: su liberalismo sexual y moral provoca que su familia se venga abajo. La película se convierte enseguida en el retrato de un distanciamiento, entre sus padres (Lotte Proot y Marcel Hensema) a causa de esa nueva vida que su padre decide abrazar, y la vieja vida a la que su madre se aferra con uñas y dientes.

Tuinder firma una historia convencional a caballo entre el drama y la comedia, cuyo peso acaba cargando la madre de Duch, Piet, en su intento por mantener intacto todo lo que modificó esa pequeña revolución social. Tuinder, cineasta, guionista y también artista, demuestra una original visión, creadora de texturas, responsable del halo nostálgico y ensoñado de las escenas, y de su atmósfera sensación de melancolía, ingenuidad y desengaño. Farewell to the Moon utiliza una historia al uso, sin ambiciones, para decirle adiós a la inocencia: la del hombre en la luna, la de la nueva revolución social, la de los padres de Duch, y, finalmente, la de Duch.

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