05/02/2015 - El ligero descenso de un 4,6% en el número de películas realizadas el año pasado viene acompañado de una fuerte disminución de un 20,2% de la inversión, que se sitúa en 994.130.000 euros

Menos películas y mucho menos dinero: ésa es la lapidaria conclusión que cabe extraer del balance de la producción cinematográfica francesa en 2014 presentado por el CNC.

258 fue el número de películas producidas el año pasado (frente a las 270 en 2013 y el récord de 2012: 279), de las que fueron 203 de iniciativa francesa (FIF; seis menos que en 2013) y 55 coproducciones minoritarias (también seis menos). Aunque el número de producciones 100% francesas más o menos se mantiene estable (152 por 154 en 2013 y 150 en 2012), la tendencia a la baja continúa en el marco de las coproducciones internacionales (106 largometrajes en 2014, frente a los 116 de 2013 y los 129 de 2012) sacados adelante con al menos otro país.

Por tercer año consecutivo, la inversión cae, si bien esta vez lo hace con fuerza. Tras un descenso de un 3,4% en 2012 y de un 7,2% en 2013, el flujo financiero se desplomó en 2014 con un 20,2% menos, situándose en la cifra total de 994,130.000 euros. Los FIF captaron 799,180.000 euros (un 21,7% menos) en 2014 y las películas de iniciativa no francesa, 194,950.000 € (un 13,6% menos). Cabe destacar asimismo que el presupuesto medio de los FIF es ahora de 3,94 millones de euros, muy por debajo de los 4,88 millones de 2013.

 

Esta severa contracción de la inversión repercute especialmente en los largometrajes de gran presupuesto, pues 17 FIF se realizaron con un presupuesto superior a los diez millones en 2014, mientras que fueron 19 en 2013 y 33 en 2012. Este resultado se explica por la rarefacción de los presupuestos más altos: sólo se han hecho tres películas con más de 15 millones de euros (fueron 12 el año anterior y entre 9 y 18 durante la década precedente). Por el contrario, los largometrajes realizados con una cantidad entre los 2 y los 4 millones de euros aumentaron considerablemente, desde los 47 de 2013 hasta los 61 de 2014.

La caída de la financiación, que aparentemente ha remontado un poco el vuelo a lo largo del segundo semestre de 2014 (leer más) puede explicarse por diferentes factores: una coyuntura económica nacional tensa; un panorama menos favorable para las televisiones (principales fuentes de financiación del cine); las consecuencias de la nueva convención colectiva del cine, que ha hecho aumentar los gastos de producción; una prudencia cada vez mayor de los distribuidores a la hora de comprometerse con MG (mínimos garantizados); una autorregulación del sector tras ciertos excesos en materia de cachés artísticos y en algunas producciones... Queda saber ahora si la producción francesa (que no anda escasa de grandes artistas y que sigue gozando de una sólida protección de cierto volumen de negocio gracias a su sistema de financiación) podrá seguir produciendo tantas películas con una cantidad de recursos en plena disminución. La duda deberá tener un conato de respuesta con el resultado de la renegociación este año de los acuerdos con Canal+ (primera fuente de financiación del cine francés).

(Traducción del francés)