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BERLINALE 2015 Fuera de competición

13 minutos: un hombre famoso por lo que no ha hecho

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- BERLÍN 2015: Oliver Hirschbiegel continúa rebuscando en los rincones menos conocidos de la historia de su país a través de la historia de Elser, que quiso matar a Hitler

13 minutos: un hombre famoso por lo que no ha hecho
Christian Friedel (centro), en 13 minutos

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de Oliver Hirschbiegel, proyectada fuera de competición en Berlín, se presenta como una película sobre "los 13 minutos que habrían podido cambiar la historia", ya que su personaje principal, Georg Elser (Christian Friedel, el poeta de Amour fou [+lee también:
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de Jessica Hausner), es este simple artesano alemán que organizó un atentado con una bomba contra Hitler en 1983, en Munich, pero que perdió su objetivo por 13 minutos porque el programa del Führer había cambiado ligeramente ese mismo día. Hirschbiegel, conocido en la escena internacional por El hundimiento [+lee también:
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(2004), sobre los últimos días de Hitler en su búnker, sigue aquí, como en la mayoría de sus películas, investigando una de las figuras más infectas que la historia ha conocido jamás, y lo hace de nuevo bajo este ángulo interesante que ya le es propio, entrando en el gran relato histórico por la gran puerta.

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Con él también renueva el dispositivo que consiste en contar la historia a través de un narrador y testigo de los hechos, contando aquí con un gran ingenio, ya que el narrador no es otro que el propio Elsner, a través de un interminable interrogatorio a través del cual sus labios no se mueven. A pesar de este silencio mantenido delante de los agentes del III Reich, es su punto de vista el que adoptamos recorriendo su historia y su pasado, hasta el momento en el que, solo, temblando como un flan, coloca su bomba en el lugar en el que Hitler debería haber estado. 

Descubrimos a lo largo de estos flashbacks un Georg Elser más bien "rojo" (aunque la estrechez de sus enlaces con los comunistas y la implicación de tales en su acto se quedan algo en el aire), pero que era ante todo un buen vividor, un músico de buen corazón, un amador de las mujeres, sobre todo de una que se llama Elsa... Estos recuerdos tienen un efecto algo bucólico, ya que hemos adaptado el punto de vista de este “héroe ordinario” acusado de un crimen que no ha conseguido cometer, o de su celda y su sala de tortura, embellece un poco a la fuerza los buenos momentos pasados con sus amigos y su pareja, a tal punto que la historia de amor con ella acaba casi por destronar la historia del mismo hombre, el que podría haber cambiado todo, pero que a pocos minutos de ello, se queda en el anonimato.

El interés de la película de Hirschbiegel es precisamente esta insistencia en el contraste entre la banalidad de la historia del héroe y la dimensión extraordinaria de lo que ha intentado, solo, sin ser guiado por ideología alguna, y sin tenerse en cuenta como estos “combatientes” que Hitler intenta galvanizar alrededor del Reich. Elser era agradable y un pacifista convencido que tuvo el valor de asumir la empresa y de pagar el precio sin hablar, era un hombre de pueblo que quería simplemente ser libre, sin grandes demostraciones de bravura y sin envolverse en dogma alguno. Era un resistente alemán.

13 minutos se estrenará en Alemania a principios de abril, en Francia en el mes de septiembre, y en muchos otros países. Las ventas internacionales de la cinta corren a cargo de Beta Cinema.

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(Traducción del francés)

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