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CANNES 2015 Quincena de los realizadores

Un día perfecto: el humor como antídoto

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- CANNES 2015: Fernando León de Aranoa firma un film dramático y cómico: las 24 horas de unos cooperantes en territorio bélico, salpicadas del cachondeo necesario para mitigar el horror

Un día perfecto: el humor como antídoto
Fedja Stukan, Olga Kurylenko, Tim Robbins, Mélanie Thierry y Benicio del Toro en Un día perfecto

El único representante español, con un largometraje, en el 68° Festival de Cannes está feliz: su película de ficción número siete pisa la Croisette (en concreto, la Quincena de los Realizadores) en una sección recargada de mitomanía y prestigio. Y lo hace con un film coral, de título irónico, que parece sacado de otro tiempo, de un par de décadas pasadas. Un día perfecto [+lee también:
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entrevista: Fernando León de Aranoa
ficha de la película
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nos traslada a los últimos días de la guerra de los Balcanes, allá por los noventa. Allí unos cooperantes internacionales intentan hacer su trabajo: el de hoy consiste en extraer un cadáver de un pozo. Tienen 24 horas para solucionar el embrollo; de lo contrario, el agua se corromperá y la población no podrá beber.

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Fernando León de Aranoa nos presenta al grupo protagonista: el cabecilla es el portorriqueño Mambrú (encarnado por Benicio del Toro) un auténtico mercenario, un tipo duro que ha tenido sus escarceos sentimentales con compañeras pero parece decidido a sentar, por fin, cabeza. Le secunda el norteamericano B (Tim Robbins), un cowboy que vive en la guerra, recio y amante de un contundente rock and roll con el que martillea a sus colegas –y al espectador- desde el equipo de música de su coche. Un par de chicas: una francesa, recién llegada, virgen en eso de las emociones fuertes (Mélanie Thierry) y otra rusa (Olga Kurylenko), tan guapa como una modelo y que tuvo una aventura pretérita con Mambrú. El local Damir (Fedja Stukan) les servirá de traductor con los bosnios y será testigo estoico de las maniobras –no siempre lógicas– de este grupo humano enfrentándose al delirio, la deshumanización y el sinsentido de una guerra.

El cineasta madrileño, como en Los lunes al sol [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, Familia
o Barrio, vuelve a hablar de grandes temas desde los detalles de las relaciones entre los integrantes de un grupo humano: microcosmos que le gusta diseccionar a base de diálogos punzantes, ingeniosos y divertidos. Lo malo es que esta vez su humor resulta algo forzado y las situaciones que viven los protagonistas carecen del atractivo suficiente para seducir al público actual. Basándose en la novela Dejarse llover, de Paula Farias, Aranoa ha añadido al guión roles nuevos y más acción, pero aún así el aire del film resulta añejo, inane y soso, déficit que no logran solucionar ni los actores de renombre de su cartel.

Lo que sí consigue el cineasta madrileño con esta película es demostrar que la violencia arrasa el sentido común y la coherencia. También que, ante la desgracia apabullante, sólo nos queda el humor, ese salvavidas liberador, revolucionario y catártico: es el que emplean como escudo cooperantes internacionales que el propio F. L. de Aranoa conoció in situ rodando documentales, seres humanos que –como un oncólogo o un enterrador– necesitan usar un chiste o una gracia para distanciarse del dolor; es la única forma de sobrevivir en un terreno minado por el horror de la guerra y, así, poder seguir ejerciendo su labor.

Un día perfecto es una producción entre Reposado Producciones y Mediapro, con la colaboración de TVE, Canal+, TV3, Telecable y Orange. De sus ventas internacionales se ocupa Westend Films.

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