10/09/2015 - VENECIA 2015: Senem Tüzen opta al León del Futuro con esta coproducción entre Turquía y Grecia ambientada en un pueblo de la Anatolia profunda, donde se enfrentan una hija y su madre

La turca Senem Tüzen da una nueva vuelta de tuerca al asunto de las relaciones materno-filiales en su primer largometraje, Motherland [+lee también:
tráiler
ficha de la película], presentado en el marco de la Semana de la Crítica de la 72ª Mostra de Venecia.

Nesrin es una joven urbanita y divorciada que decide regresar al pueblo de su abuela, en la Anatolia profunda, para concluir una novela que está escribiendo. Un día, su madre, Halise, se presenta inopinadamente sin la menor intención de querer dejar sola a su hija, lo que bloquea por completo su inspiración literaria y convierte el pueblo entero en una cárcel para Nesrin.

La guionista y directora hace gala de un gran pulso narrativo para contar esta historia que, aunque no resulte muy novedosa, sí conjuga sus elementos de manera convincente para ir escalando poco a poco la ladera de la tensión. A la ausencia de luz artificial y de colores vivos a lo largo del metraje hay que sumar la elección de escenarios estrechos o cerrados, la reiteración de puertas y diferentes límites en los espacios y la cercanía de una cámara que a menudo no deja respirar a Nesrin, quien a veces parece un león enjaulado y otras veces se rinde, casi por chantaje emocional, a la comprensión, la aceptación y la piedad por su madre. La conexión entre Ezra Bezen Bilgin y Nihal Kodas es efectiva y ofrece momentos de gran poderío como la escena del llanto incontenible de Halise.

Se crea, así, una dinámica de imposible convivencia entre dos personajes que, aunque mantienen resquicios de afecto y cariño, encarnan dos líneas de fuga opuestas, tal vez representativas de un problema especialmente delicado en la Turquía actual, a caballo entre dos mundos y dos tiempos. Por un lado, la madre se mueve como pez en el agua en el entorno comunitario y profundamente religioso del pueblo, se entiende con las mujeres vecinas y recurre al rito y a la tradición para solucionar los problemas. Por otro, la hija siente que se ahoga en ese entorno, pugna por autoafirmarse no sólo a través de su sueño de ser escritora, encuentra amistad precisamente en la pecadora marginada y denostada por los lugareños y ve en la huida el único modo de resolver los conflictos. Sin embargo, no hay huida posible del inevitable enfrentamiento entre el comunitarismo y la modernidad. ¿Adónde ir?

Motherland es una coproducción entre la turca Zela Film y la griega 2/35.