27/10/2015 - El volumen actual de negocio supone un total de 53 millones de euros, de los cuales un 82% procede de las producciones extranjeras filmadas en Rumanía

Un estudio llevado a cabo por la auditoría PricewaterhouseCoopers (PwC) revela que los beneficios anuales de la industria de cine en Rumanía podrían incrementarse de 53 a 350 millones de euros, si el estado apoyase a la industria nacional. Rumanía es uno de los pocos países en Europa del Este donde el estado no ofrece ningún incentivo a productoras extranjeras.

“Aunque Rumanía disfruta de una infraestructura comparable a la de los mercados europeos desarrollados, profesionales con mucho talento, prestigio a nivel internacional y gran diversidad de localizaciones (lo cual ha ayudado a atraer importantes producciones extranjeras), la industria cinematográfica local se ha enfrentado a un relativo estancamiento durante los últimos años. Los costes generales para las producciones de cine en Rumanía son competitivos, pero la diferencia de coste comparada con otros países en la región (aproximadamente del 3% al 5%) no es suficiente para compensar la falta de incentivos fiscales que ofrecen muchos países en la región”, según ha declarado Bogdan Belciu, de Management Consulting Services, PwC Romania, uno de los autores del estudio citado por Business Review.

Según el estudio de PwC, el sector emplea actualmente entre 650 y 750 profesionales, pero el número podría incrementarse hasta 5.600.

La situación podría cambiar durante los próximos años debido a que el mayor estudio del país, anteriormente conocido como los MediaPro Studios (propiedad de MediaPro Entertainment, parte a su vez del Central European Media Enterprises), tiene nuevos dueños y está siendo rebautizado como los Bucharest Film Studios. Junto a Castel Film Studios, que ha conseguido atraer importantes producciones como Ghost Rider, el Bucharest Film Studios podría convencer finalmente al gobierno de Rumanía para que la industria cinematográfica pueda ser más provechosa para el país, como en el caso de sus vecinos Bulgaria y Hungría.

(Traducción del inglés)