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TURÍN 2015

Mia madre fa l'attrice: madre/hijo, director/cine, creador/creación

por 

- El Festival de Turín acoge la presentación del mockumentary en que Mario Balsamo repasa su relación con su propia madre

Mia madre fa l'attrice: madre/hijo, director/cine, creador/creación
Silvana Stefanini y Mario Balsamo en Mia madre fa l'attrice

Mario Balsamo regresa adonde consiguió el premio del jurado en 2012, al Festival de Turín, con Mia madre fa l'attrice [+lee también:
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, un documental producido por Rai Cinema, entre otras entidades, que se propone afrontar las relaciones que se instauran entre una madre y un hijo, entre un director y su película y entre un creador y la creación.

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, Balsamo opta, en cambio, por el mockumentary para repasar la relación con su propia madre, Silvana Stefanini. La ficción y la realidad se mezclan en varios niveles ya desde la escena inicial, cuando en una vieja filmación de hace 20 años el autor explica un sueño que contiene el tema de una película: él la dirige en el remake de una obra en la que la madre participó en los años 50, La barriera della legge, de Pietro Costa. 

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El rodaje del remake de este melodrama de serie B se convierte en el expediente para un análisis profundo de la relación entre madre e hijo: los litigios y las incomprensiones, tratados de una manera natural y bromista, se mantienen en el centro de la película, resultando evidente que, a fin de cuentas, el remake que sueñan los actores es el de sus vidas, el de sus relaciones atormentadas. El cruce entre la vida personal y la profesional es muy confuso y dificulta la puesta en escena; la narración no siempre es lineal y el pastiche no siempre funciona: entre los (pocos) pecados del film, está el uso exasperante de filtros y fundidos, con la intención de parodiar un lenguaje perdido, sin éxito a la postre. 

Los expedientes técnicos o hacen aflorar el patetismo o resultan asfixiantes; la empatía no se contempla; el espectador no entra en la historia. Los momentos cómicos, en cambio, no faltan, y es cuando se abandona la artificialidad cuando los gestos y las miradas de la Stefanini se llenan de elocuencia, hasta el punto de que el espectador tiene la impresión de que de verdad merece otra oportunidad como actriz. Balsamo lo explicita en la divertida escena en que la madre hace una prueba con Carlo Verdone, a la postre uno de los momentos más conseguidos de la película. 

La investigación retrocede asumiendo el tono de una road movie cuando los dos se dirigen a la Toscana en busca de un pasado lejano y visitan los lugares de la infancia y la juventud, repasan los bailes en el mar, la muerte de los allegados, añadiendo al film dosis de intimidad a medida que avanza el metraje hacia el final, con un montaje que alterna la cámara fija y los planos en movimiento, jugando el autor así con el tiempo, mostrándonos las escenas de La barriera della legge, en la que una joven Silvana en blanco y negro canta con énfasis un viejo standard jazz.

Mia madre fa l'attrice es un retrato materno desapasionado, caótico y colorido, un homenaje al cine y a la vida conmovedor e irónico que se mantiene a flote corriendo el riesgo de la sobreexposición, un riesgo inevitable cuando se pretende arrojar demasiada luz en la pantalla.

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(Traducción del italiano)

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