23/03/2016 - Acompañadas por las salas de cine de arte y ensayo, las organizaciones del sector independiente han abandonado con estrépito las negociaciones sobre la exhibición de películas

La confrontación en el seno de la industria cinematográfica francesa se complica aún más tras la retirada, en el último momento, de las medidas de regulación de la exhibición de películas en cines, que previsiblemente iba a presentar el gobierno en el marco del proyecto de ley "Libertad de creación" (leer más). Seguido de la AFCAE (asociación francesa de cines de arte y ensayo), el sector independientes en conjunto (BLOC, ARP, UPF) ha abandonado la mesa de negociaciones que organizó el lunes CNC al constatar, como anuncian en un comunicado, que "la ausencia de regulación va en beneficio actualmente de quienes se encuentran en una situación dominante y en detrimento de la diversidad". Así, los productores y distribuidores independientes subrayan que "no se trata de una guerra partisana sino de poner fin a una situación que se degrada con el paso de los años, obligando a los diferentes actores del mercado a certificar auténticos compromisos, negociados colectivamente, controlados y sancionados en caso de incumplimiento". Cineuropa ha pedido a dos profesionales del sector que nos aclaren un debate que, a pesar de su carácter altamente técnico, tiene consecuencias totalmente reales en lo que concierne a la vida de las películas.

Para Jean Labadie (distribuidor en Le Pacte, que hoy estrena Médecin de campagne [+lee también:
tráiler
ficha de la película], de Thomas Lilti), "nuestros intereses y los de los cineastas no son automáticamente los mismos que los de los circuitos de cine, que constituyen el lobby más poderoso en el ámbito del cine. Sin embargo, ¿tienen los comerciantes de cine más directos de dictar las leyes de la República? Yo estoy seguro de que no. Francia es un ejemplo inaudito de defensa de una idea de la cultura y el mundo entero envidia la diversidad que presentamos en los cines. Algo hay que preguntar cuando una ministra de cultura de izquierdas da la espalda a lo que se negoció y opta finalmente por dejar que las exhibidoras decidan, puesto que no hay que olvidar que son las exhibidoras quienes descubren las películas al público. En cualquier caso, el tema abarca muchas cosas y no hay que generalizar como algunos medios hacen. Cuando hablamos de la exhibición del cine en las salas, también hay que saber si las películas llegan en la fecha adecuada, de qué manera llegan y quiénes son sus distribuidores".

Según Florence Gastaud (delegado general de la ARP, el sindicato que reúne a guionistas, directores y productores), "hemos trabajado todas las propuestas de regulación. Lo que se ha retirado del proyecto de ley es la posibilidad de recurrir a la legislación vigente en caso de que el acuerdo entre profesionales fracase. No obstante, no todo se ha retirado de la ley; solamente lo que el CNC intentó añadir antes de la última etapa previa a su traslado al Parlamento. Es una etapa fracasada y, sobre todo, ha provocado un gran enfado porque la ministra no nos ha dado garantías de su voluntad, lo que no significa que al final no lo consigamos. El punto positivo es que se ha creado un verdadero movimiento independiente ahora que las salas de cine de arte y ensayo se han unido a nosotros, cuando normalmente se muestran solidarias con el sector de la exhibición en su conjunto".

"El CNC no ha renunciado en ningún momento a su voluntad de regular la exhibición de películas a través de los compromisos de programación que se están negociando estos días, pero desea que se trabaje en la idea de compromisos de distribución y éste es el punto que no va de acuerdo con la federación nacional de distribuidores de Francia, en cuyo seno se reúnen las grandes distribuidoras (ndr: Gaumont, Pathé, UGC, MK2, StudioCanal, SND, etc.); no así DIRE (distribuidores europeos independientes reunidos) ni SDI (sindicato de distribuidores independientes). A menudo se dice que hay demasiadas películas que se estrenan pero, desde un punto de vista aritmético, hay pantallas para todos. En cambio, sí hay un problema de concentración de la distribución y de la exhibición. La idea es repartir mejor las copias por zonas. Desde hace años, los circuitos han impuesto un ritmo a los distribuidores de lanzamientos masivos en 15 días, tras los cuales las películas abandonan la cartelera. Eso implica una explosión de copias y una inflación de los costes de distribución que hacen daño a las salas y a las películas, puesto que no vienen trabajadas en profundidad. La idea es tratar de reestablecer un mejor equilibrio a través de compromisos, en particular teniendo una mayor claridad sobre los planes de estrenos por anticipado para permitir una mejor repartición de los cines y un trabajo más pormenorizado".

(Traducción del francés)