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PELÍCULAS Bélgica

Un homme à la mer: marcharse para volver mejor

por 

- Hélicotronc ha estrenado el segundo largo de Géraldine Doignon, Un homme à la mer, protagonizado por Yoann Blanc y Jo Deseure

Un homme à la mer: marcharse para volver mejor

Mathieu es biólogo marino. Con más de 35 años, pasa su tiempo sobre su microscopio, diseccionando minúsculos cadáveres de organismos marinos. Su verdadera pasión es estar en el mar, por lo que huelga decir que no es feliz encerrado en su laboratorio. Aunque ama a Agathe, su relación ya no le satisface, es como si viviera una vida ajena. Un acontecimiento inesperado lo cambiará todo: Christine, su madrastra, huye. Impulsado por una intuición y con curiosidad por comprenderla, Mathieu parte en su búsqueda, sin avisar a nadie. La acabará encontrando en una casa en el mar, descubriendo que comparte con ella el mismo deseo de recuperar las riendas de su vida. Con la emoción de haber probado repentinamente la libertad, Mathieu irá soltando poco a poco las amarras para encontrar mejor el camino de vuelta al puerto. 

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es un viaje iniciático. Un viaje físico, fruto de una atracción irrestible por la inmensidad azul, el océano, que multiplica los horizontes. Un viaje interior, la búsqueda de sentido y de deseo de dos seres en caída libre, que no se reconocen en la vida que llevan. Un viaje hacia el otro, la convergencia de dos soledades, entre las cuales nace una amistad improbable, pero fecunda en revelaciones. Estos viajes diferentes son aprehendidos por la cineasta mediante el prisma sensorial, el contacto con la materia, el agua, la naturaleza, el sonido, la vista. La música ocupa una posición central, permitiendo progresar de etapa en etapa, hasta el corazón de las encrucijadas interiores. Recorremos este camino en compañía de Mathieu, a su altura, seguimos su mirada, nos acompasamos a su paso. La senda se recorre con toda soltura, a medida que se suceden los encuentros, sin revoluciones bruscas ni grandes secretos. Mathieu y Christine quieren, ante todo, descubrir quiénes son. Y para encontrarse a sí mismos, les hace falta alejarse, brindarse un paréntesis. El interés de esta confrontación inesperada con uno mismo también reside en la idea de que el paréntesis puede tomarse en cualquier momento, ya sea en el umbral de la jubilación, en el caso de Christine, o en los inicios de la vida adulta, en el caso de Mathieu.

Esta búsqueda sensorial de identidad es conducida con verosimilitud por los dos personajes principales. Para estos roles, la directora ha elegido rodearse de intérpretes con los que ya había trabajado. En el papel de Mathieu, Géraldine Doignon ha elegido confiar de nuevo en Yoann Blanc, un actor con una importante trayectoria en el teatro, con el que ya trabajó en De leur vivant, y que recientemente ha encarnado al inspector Yoann Peeters en la exitosa serie La Trêve. En el rol de Christine tenemos a Jo Deseure, a quien Doignon ya dirigió en su corto Le Syndrôme du Cornichon. Yoann Blanc va creciendo a medida que recorre kilómetros, al igual que un Mathieu que, aunque parte con el ceño fruncido, al abrirse a la alteridad acaba abriéndose a sí mismo. Jo Deseure, por su parte, aporta una inquietante mezcla de sabiduría e ingenuidad. 

El film ha sido producido por Hélicotronc y Kizmar Films, en coproducción con Fontana y la RTBF, y respaldado por el Centro de Cine y Audiovisual de la Federación Valonia-Bruselas, del departamento de Charente Marítimo y la región Poitou-Charentes, en partenariado con el CNC, el Fonds Francophone d'Aide au Développement Cinématographique y el Tax Shelter. La distribución de la cinta está a cargo de Hélicotronc.

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(Traducción del francés)

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