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LOCARNO 2016 Piazza Grande

Moka, la venganza es un plato que se sirve frío

por 

- LOCARNO 2016: El director suizo Frédéric Mermoud ha estrenado mundialmente su nuevo trabajo en la Piazza Grande

Moka, la venganza es un plato que se sirve frío
Emmanuelle Devos y Samuel Labarthe en Moka

Seis años tras el estreno de Complices [+lee también:
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(su primer largometraje), y tras pasar algún tiempo trabajando en los últimos cuatro episodios de la serie francesa de culto Les Revenants, Frédéric Mermoud presenta su último trabajo, Moka [+lee también:
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, en el Festival de Cine de Locarno. El film es un thriller sorprendente y ligerísimamente retorcido que aborda el complejo tema de la venganza. 

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Lausana, Suiza. Diane Kramer (interpretada por una magnífica y elegante Emmanuelle Devos) está devastada por la pérdida de su hijo, que ha muerto en un accidente de carretera. Encontrar a la persona que cometió este acto irremediable se convierte en su única razón para vivir. La policía ha dejado de buscar al culpable, y a Diane no le queda otra que confiar en un detective privado para que la ayude en su trastornada búsqueda de la verdad. Una pista esencial la pone en el camino correcto: el coche que atropelló a su hijo (un Mercedes) era de color moca. Dejando atrás Lausana y todas sus certezas, nuestra trágica heroína se dirige a Evian, donde supuestamente vive el conductor homicida. El camino a la venganza acaba siendo más intrincado de lo previsto, revelando verdades inesperadas y ambiguas. En efecto, Diane entra en contacto directo con otra mujer, Marlène (encarnada por la talentosa y camaleónica Nathalie Baye), una especie de medusa que es tan amable y encantadora como peligrosa y equívoca.

El segundo largo de Frédéric Mermoud es una adaptación de la novela Moka, de Tatiana Rosnay, un thriller fascinante que gira en torno a una mujer que es destrozada por la muerte de su hijo. Mermoud le da un toque personal a esta feroz y radical historia de venganza, que nos lleva de París y Biarritz a la frontera franco-suiza (entre Evian y Lausana). Este cambio de localización geográfica es esencial, pues dota a la película de un tono misterioso y melancólico que en ocasiones recuerda a la obra de Hitchcock o Polanski. El lago Lemán es una suerte de frontera acuática entre dos mundos: la vida de Diane en Lausana y el apocalipsis vengativo que pone en movimiento la muerte de su hijo, en Evian, se convierten en una metáfora de la transformación de una vida aparentemente  tranquila y pacífica en una auténtica tempestad. A pesar de la belleza de las imágenes, que roza lo surrealista, podemos sentir el peligro físicamente. Diane es un personaje ambiguo de una elegancia austera, tan profunda como el propio lago. Mermoud acecha, literalmente, a su heroína hitchcockiana, con primeros planos insistentes y repetitivos, como tratando de penetrar el misterio que rodea su obsesión vengativa. ¿Qué está pensando realmente? ¿Llevará su maquiavélico plan hasta el final? Los planos del paisaje —intensos y con un sorprendente constraste, obra de Irina Lubtchansky— devienen, por momentos, pintorescos e irreales. La fuerza visual de Moka yace, de manera apropiada, en esta irrealidad forzada, en esta búsqueda deliberada de lo teatral. Más allá de la historia, lo que interesa a Mermoud es la intensidad de los personajes, que esconden complejidades manifiestas tras una aparente, y en ocasiones tópica, indolencia. Nada es lo que parece: esto es lo que el director parece intentar decirnos, como si fuera el titiritero de una historia cuyas piezas encajan como un rompecabezas, a la manera de una matrioska. Moka es una película que, al igual que su predecesora, Complices, explora el tema de la búsqueda de la verdad y la conciliación resultante con nuestras identidades profundas, que están compuestas de luz, pero también y sobre todo, por oscuridad. La última obra de Mermoud parece exhalar una tensión exquisita y sorpresiva, como si el cineasta saboreara cada momento, sin prisa alguna.

Moka ha sido producida por Diligence Films, Bande à part Films, Tabo Tabo Films y Sampek Productions; Pyramide International se encarga de las ventas internacionales.

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(Traducción del italiano)

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