12/08/2016 - LOCARNO 2016: La directora búlgara Ralitza Petrova se sumerge en el mundo de los más desfavorecidos en su impresionante primer largometraje

El áspero y oscuro primer largometraje de la búlgara Ralitza Petrova, titulado Godless [+lee también:
tráiler
entrevista: Ralitza Petrova
ficha de la película], lo tiene todo para impresionar al jurado de la competición principal del festival de cine de Locarno. Ayudado por una problemática heroína y varios personajes de lo más cínico, la joven cineasta explora las bases de las clases más bajas de Bulgaria, en un lugar despiadado donde los tiburones de la sociedad explotan la debilidad de los mayores.

Godless se centra en Gana (una excelente Irena Ivanova), una cuidadora de mayores. Estamos en invierno y el frío barre las calles grises de una ciudad búlgara sin identificar. Gana visita a la gente mayor que tiene a su cuidado y les ayuda a elegir y administrar sus medicaciones. Desde el principio se hace obvio que la protagonista no es la asistente más cálida del mundo. No tardaremos, en efecto, en ver un lado todavía más oscuro en el trabajo de Gana: roba los documentos de identidad de sus pacientes y los vende con la ayuda de su novio a una red de criminales que los usan para fraude y extorsión. 

Lo primero de que nos percatamos en Gana es el vacío de sus ojos grises. El único placer en la vida que parece hacerle evadirse de sus evidentes problemas es drogarse con morfina que roba del trabajo. Un día, escucha al coro dirigido por uno de sus pacientes, Yoan (Ivan Nalbantov). Estas voces angélicas que cantan sobre el amor a Dios y la redención parece conmover a Gana y las aguas oscuras de su existencia se mezclan con unas emociones emergentes que no entiende.

Sin dejar de centrarse en Gana, Petrova la usa para sumergirse en un mundo deprimente en el que la extrema pobreza se da cita con la enfermedad y la crueldad. Es un mundo de ancianos que no tienen ocasión de ser reconocidos o recibir atención por parte de la sociedad, lo que los deja esperando poco más que la muerte. Es un mundo demente en el que los pacientes de Gana revelan espontáneamente sus recuerdos más preciados. Uno de ellos habla de sus recuerdos de la Segunda Guerra Mundial; otra, de los abusos que sufrió durante la era comunista. El mensaje está claro: nunca ha habido un momento en la Historia en que los poderosos no abusaran de los débiles y la democracia, décadas después de la caída del comunismo incluso, no ha hecho nada para remediar las desigualdades sociales.

Ayudada por el excelente diseño de sonido de Peter Albrechtsen, Petrova tira de ruidos y música para llevar a Gana por un sendero que podría cambiar su vida. Entre el ruido y la música, un compás moral aparece y la protagonista acaba dándose cuenta de que todas sus acciones tienen consecuencias. ¿Pero es posible la redención en el desalentador mundo de Godless? El formato 4:3 que la directora usa para contar la historia de Gana sugiere que no pero el público deberá esperar hasta las secuencias finales de la película para estar seguro.

Godless es una producción de Klas Film en coproducción con Snowglobe, Alcatraz Film y Film Factory. Heretic Outreach gestiona sus ventas internacionales. La cinta llegará a los cines búlgaros este verano.

(Traducción del inglés)