12/08/2016 - LOCARNO 2016: Klaudia Reynicke presenta en su primer intento en el largometraje una película sorprendente, intrigante y muy personal atravesada por un misticismo salvaje, casi bestial

Il nido [+lee también:
tráiler
ficha de la película], dirigida por la suizo peruviana Klaudia Reynicke y presentada en la sección Cineastas del Presente del festival de cine de Locarno, es un lugar acogedor y al mismo tiempo inhóspito, repleto de las fuertes contradicciones del Tesino: el pueblo imaginario de Bucco se ha levantado en Palagnedra; la directora reside en Lugano; la cinta la produce la tesinesa Amka Films, sin olvidarnos de la enfermiza banda sonora que ha compuesto el grupo Peter Kernel. Una red de colaboraciones que ha dado vida a un proyecto muy particular, hecho de noticias y superstición.

Cora (interpretada por la prometedora Ondina Quadri) vuelve a su pueblo natal, donde quiere pasar un año sabático. Allí empieza a trabajar con su padre, Michele, que, además de ocuparse de la organización de la importante celebración de la Virgen del Bucco, es el alcalde. Bucco es conocido y visitado por muchos peregrinos atraídos por la presunta aparición de la Virgen en los bosques del pueblo, un mito en torno al cual se constituyó la razón de ser de la localidad. Pero la llegada de un misterioso forastero llamado Saverio (majestuoso Fabrizio Rongione) hará temblar poco a poco la seguridad que rige el día a día de unos habitantes cada vez más aguerridos y ávidos, dispuestos a cualquier cosa para proteger su “nido”. ¿Qué quiere Saverio? ¿Y si su terrible historia de violencia gratuita y brutal fuera cierta? Aceptarla significaría acabar con el misticismo del lugar y, con él, la identidad de grupo, que cada vez se vuelve más grotesca.

La historia que nos cuenta Klaudia Reynicke nace de la lectura de una noticia acaecida en la vecina Italia. De ella, la directora extrapoló algunos elementos sobrecogedores para construir su personal y cruel fábula. La sospecha es una termita hambrienta que se insinúa en la aparente tranquilidad del pueblo de Bucco para llevar a la luz un drama atroz, banalmente sepultado, como si de una anécdota vulgar se tratara, por toda una comunidad cegada por su propio egoísmo. Interesada desde siempre en las dinámicas de grupo, ya sean familiares (como en su Is This How Men Are?) o comunitarias, Klaudia Reynicke se adentra una vez más en los meandros de la mente de un monstruo de mil cabezas que devora las singularidades de cada uno en nombre de un vil bienestar colectivo. La directora  acosa los rostros de los habitantes de Bucco sin piedad, como queriendo leer la realidad que guardan celosamente. Junto a sus habitantes, dan la impresión de interpretar en un “pesebre viviente”, endosando máscaras lisas y neutras que no logran, sin embargo, esconder el centelleo que brillan en sus ojos. El paisaje aparentemente contaminado que envuelve el pueblo como queriendo contener su rabia, como pretendiendo sofocar los gritos, pierde progresivamente su naturaleza bucólica hasta teñirse de rojo sangre. Gracias a una dirección depurada que deja hablar a las imágenes en su insistencia en el despedazamiento progresivo de las convicciones graníticas de los personajes, Klaudia Reynicke logra restituir la atmósfera claustrofóbica propia de tantas pequeñas y grandes comunidades. El descomponerse de los rostros de los culpables, el padre y el tío de Cora, es todavía más fuerte si se lo compara con la impasibilidad de la cara de la abuela (Sonia Gessner), que recuerda la crueldad delicada de las brujas de Suspiria, de Dario Argento. Un film misterioso e inesperadamente actual que nos enfrenta a cada uno de nosotros con nuestra propia necesidad de pertenencia. ¿Hasta qué punto estamos dispuestos a proteger nuestro “nido”?

Il nido es una producción de Amka Films Productions en coproducción con Tempesta y RSI, SRG SSR. Filmcoopi Zürich es su distribuidora en Suiza.

(Traducción del italiano)