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RÓTERDAM 2017

The Burglar: despertar de una tigresa adolescente

por 

- El segundo largo de Hagar Ben-Asher está protagonizado por la primeriza Lihi Kornowski, que encarna a una adolescente cleptómana con alma felina

The Burglar: despertar de una tigresa adolescente

Tras hacer un debut excelente con la competidora en Cannes 2011 The Slut [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, la directora israelí Hagar Ben-Asher vuelve con The Burglar [+lee también:
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. Ambientada en un pueblo israelí cercano al mar Muerto, la película es, al igual que The Slut, una obra estructurada en torno a un personaje femenino, en este caso una adolescente llamada Yaeli (Lihi Kornowski).

La madre de Yaeli desaparece súbitamente sin dejar ningún mensaje, dejándola sola y sin recursos para pagar el alquiler, a pesar de tener dos empleos —uno en un complejo turístico, otro en un zoológico—. Y por si no tuviera bastante con la desaparición de su madre y con mantener dos trabajos, unos ladrones entran en su casa. Estos acontecimientos acaban superándola, y Yaeli se ve abocada a un cambio repentino de comportamiento, desatando su lado salvaje y convirtiéndose también en ladrona.

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Yaeli —que no es una cleptómana al uso, pero sí una joven trastornada— roba principalmente objetos personales, como el audífono de su vecina o un poco de pintalabios que luego usa para parecer más mayor y seducir a un geólogo alemán que acaba de establecerse en la ciudad. Sintiendo que se le ha arrebatado su propia vida tras la marcha de su madre, Yaeli parece decidida a vivir en una vida imaginaria, hecha de objetos y pedazos arrancados de las vidas de otras personas.

Intenso retrato psicológico en el que las acciones son más importantes que los diálogos, The Burglar combina una perspectiva íntima y realista con una vertiente simbólica y onírica, que se establece en las escenas que narran la fascinación de Yaeli por un guepardo hembra del zoológico.

Si el caballo de The Slut simbolizaba toda la tensión sexual contenida en la película, en The Burglar, la felina parece servir el propósito de inspirar a Yaeli para que entre en conexión con su lado salvaje. A medida que su comportamiento va haciéndose cada vez más proactivo en su seducción del geólogo alemán —que al principio se resiste, pero que acaba cediendo—, también vemos cómo va aumentando su sed de violencia y venganza. Pero el guion es lo suficientemente inteligente como para no dejar claro hasta dónde llegaría ella para satisfacer tal deseo, y plantea la duda de si los actos más radicales de Yaeli son reales o si, por el contrario, son un reflejo de sus fantasías más peligrosas.

En unos tiempos en que el feminismo es (una vez más) un tema de actualidad, Ben-Asher ha realizado un film comprometido y que no hace concesiones, abordando el universo femenino en toda su complejidad, como ya hiciera en su anterior trabajo. Kornowski, que es una elección perfecta para el papel protagonista, brinda una interpretación convincente y amoral como Yaeli. La actriz lleva todo el peso del film sobre sus hombros, alternando momentos de pérdida, de frialdad calculada y de furia incontenible, mostrando toda la complejidad de una chica que está a punto de convertirse en mujer. 

Coproducida por la compañía basada en Leipzig y Berlín Rohfilm, junto a la francesa Les Films du Poisson y la israelí Cinema Group, la película participa actualmente en la Hivos Tiger Competition del 46º Festival Internacional de Cine de Róterdam. La compañía alemana The Match Factory se encarga de las ventas internacionales.

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(Traducción del inglés)

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