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CANNES 2017 Quincena de los Realizadores

El dilema frente a L'intrusa

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- CANNES 2017: Coherencia, rigor y equilibrio forman los tres ejes del segundo largometraje de Leonardo Di Costanzo, que confirma aquí sus dotes, fruto de su labor como documentalista

El dilema frente a L'intrusa
Raffaella Giordano en L'intrusa

La coherencia en la escritura, el rigor en la puesta en escena y el equilibrio del resultado final hacen del cine de Leonardo Di Costanzo uno de los más interesantes del panorama italiano actual. Y eso que sólo estamos ante su segundo largometraje de ficción cinematográfica: L'intrusa [+lee también:
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, presentada en la Quincena de los Realizadores del festival de Cannes tras ganar en 2012 con L'intervallo [+lee también:
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los premios FIPRESCI y Pasinetti en la Mostra de Venecia, el David di Donatello y el Globo de Oro de la prensa internacional afincada en Italia. No obstante, los múltiples documentales que el director de 59 años de edad ha dirigido y ha visto premiados en numerosos festivales ya modelaron su actual visión autoral del mundo, hecha básicamente de una observación inductiva que logra extraer energía de la vida misma.

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L'intrusa, escrita por el propio director, Maurizio Bracci y Bruno Oliviero, cuenta la historia de Giovanna, fundadora de un centro extraescolar para niños que es una especie de avanzadilla social, un fortín en el corazón de la degradación y de la deriva mafiosa en un barrio de la periferia napolitana. No es una película sobre la camorra, como ha subrayado el propio cineasta, sino sobre aquellos que juegan en el mismo terreno que los camorristas y deben sufrirlos.

¿Quién es, por tanto, “la intrusa” del título? Lo descubrimos enseguida, cuando una operación policial justo en la masía que alberga el centro recreativo se salda con el descubrimiento y la detención de un miembro de la camorra bajo orden de captura acusado de haber asesinado a golpe de kalashnikov a un obrero inocente de 28 años de edad que se encontraba por casualidad en un lugar en que planificaban una emboscada contra una banda rival. En esa casucha del patio de la "Masseria" permanece la joven mujer del criminal como una bestia herida con su hija de 10 años. Fue ella quien pidió ayuda a la hospitalaria Giovanna para después esconder al marido allí sin que nadie lo supiera.

¿Qué hacer con esta "intrusa"? Giovanna se ve frente a un dilema: imponerse y defender la propia idea de acogida y tolerancia o abandonarse al miedo y dejar que gane la necesidad de seguridad? Por si fuera poco, la mujer recibe las visitas amenazantes de la madre y de la hermana del marido, que tratan de convencerla de que vuelva a casa. ¿Cómo responder a los temores de los padres de los niños, que ahora se ven compartiendo juegos y actividades en el centro con la hija de un peligroso asesino? ¿Cómo explicárselo a la viuda del joven asesinado por el camorrista? Más aún cuando aquella intrusa no da ningún signo de conmiseración.

Como L'intervallo, L'intrusa es una película encerrada en lugar simbólico, que podría ser también un suburbio parisino, como una obra de teatro con el trasfondo dibujado. Pero, a diferencia de L'intervallo, L’intrusa es una obra coral, en la que cada cual tiene pocas intervenciones, si bien la expresión corporal es lo fundamental. Los intérpretes deben presentar situaciones que viven día a día. El personaje de Giovanna, al contrario, lo encarna Raffaella Giordano, una bailarina y coreógrafa de teatro contemporáneo. Esta turinesa de 55 años de edad tiene un solo precedente en el cine: el papel de la madre de Giacomo Leopardi el Il giovane favoloso [+lee también:
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entrevista: Mario Martone
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, de Mario Martone. Di Costanzo quiso contraponer esta figura "no autóctona" al resto del reparto, integrado por aficionados y residentes del barrio Ponticelli de marcado dialecto (el napolitano casi siempre se subtitula al italiano): Valentina Vannino, Martina Abbate, Anna Patierno, Marcello Fonte, Gianni Vastarella, Flavio Rizzo...

La fiereza de la madre e hija intrusas (la niña viste deportivas color rojo chillón que resaltan sobre el gris casi como el abrigo de la víctima inocente del campo nazi de La lista de Schindler, de Spielberg) se enfrenta a una hospitalidad totalmente opuesta a su cultura, hecha de violencia y reglas de violencia y abusos. Pero nadie las quiere. Es el símbolo de la oposición a la realidad de donde provienen, ese mal que se ha apoderado del “allende” los muros que circundan la masía y que late en las marionetas que los niños construyen con los asistentes sociales: Mister Jones, hecho de trozos de bicicleta, es el hombre con la "capa dritta", esto es, con la cabeza en su sitio.

L’intrusa es una producción de Tempesta, Amka Films y Capricci con Rai Cinema. De sus ventas internacionales se encarga The Match Factory y de su distribución en Italia, Cinema.

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(Traducción del italiano)

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