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CANNES 2017 Quincena de los Realizadores

Jeannette, la infancia de Juana de Arco: hija de Francia y Operación Triunfo

por 

- CANNES 2017: Bruno Dumont nos hace reír rompiéndonos el tímpano con una comedia musical pastoral basada en una obra de Charles Péguy

Jeannette, la infancia de Juana de Arco: hija de Francia y Operación Triunfo
Lise Leplat Prudhomme (derecha) en Jeannette, la infancia de Juana de Arco

Como sugiere un familiar de la joven heroína de la nueva experiencia fílmica de Bruno Dumont, una comedia musical histórico-literaria que se proyecta en la 49ª Quincena de los Realizadores del 70º Festival de Cannes, ella se merecería dos o tres tortas y que la mandaran a paseo. Nos referimos a la pequeña pastora que se desgañita en Jeannette, la infancia de Juana de Arco [+lee también:
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, vestida con una humilde túnica de arpillera, entre las dunas de la costa de Ópalo, pues el realizador de La alta sociedad [+lee también:
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ha relocalizado el río Mosa frente a Inglaterra, allí donde se detienen, les guste o no, los viajeros llegados de otras tierras, que las “hijas de Francia” como ella querrían echar a patadas de su país. 

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Esta chica cargante, supuestamente perfecta —lo diré, una pelota relamida—, nos fastidia, con sus beaterías como único estribillo, repetidas hasta la saciedad en una voz chillona que recuerda al mismo tiempo a Los chicos del coro y a una niña cualquiera que cantara en el recreo —en falsete y leyendo la letra, como en un karaoke— las melodías de un gran espectáculo musical de Garou. La cosa apenas mejora cuando llega a la adolescencia: la vocecilla de la actriz que sustituye a la primera se parece todavía más a las empalagosas vocalizaciones de los concursantes de Operación Triunfo y similares, compensadas de vez en cuando —con gran hilaridad— por acordes salvajes de guitarra, a cuyo son la joven sacude la cabellera como en un concierto de Cradle of Filth.

Eso es lo más gracioso de la película, eso y el amateurismo de las coreografías, sobre todo las de Gervaise, la monja desdoblada, y las del tío en plena pubertad, que baila tecktonik rapeando en un cerradísimo acento del norte de Francia. También cuesta tomar en serio las letras, plagadas de ripios, con una sintaxis insólita, súper kitsch, como de canciones de catequesis. 

Aunque el ambiente de la película recuerda por momentos a Los caballeros de la mesa cuadrada, de Monty Python, cabría preguntarse en qué medida el tono es burlón, y la sátira, deliberada, ya que Dumont ha decidido (seriamente) basar su libreto en El misterio de la caridad de Juana de Arco, de Charles Péguy. Solo hay dos opciones: o se trata de una inmensa broma que se burla de la retórica (fundada sobre una definición discutible de nación) de los partidos de extrema derecha, ridiculizando la gran misión mística de su figura más emblemática —lo cual tampoco justificaría la prolongada rotura de los tímpanos de los espectadores—, o el film no tiene un segundo nivel de lectura —lo cual resultaría todavía más molesto—.

Producida por Taos Films, Jeannette, la infancia de Juana de Arco es vendida internacionalmente por Luxbox.

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(Traducción del francés)

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