09/06/2017 - El segundo largometraje del director ucraniano Dmytro Moiseiev bucea en el proceso de duelo que sigue a la trágica pérdida de un ser querido

Lo primero que vemos al empezar Chrysanthemums Time [+lee también:
tráiler
ficha de la película], película que se exhibe estos días en la sección oficial del Festival Internacional de Cine de Transilvania, es una mujer tumbada sobre una tumbona. El sol baña su cuerpo, que descansa al lado de una piscina que invita al baño. La relajante imagen contrasta con el estridente sonido de tambores que sirve como acompañamiento musical a la escena. Cuando se nos revela la cara de la mujer, apreciamos un rostro constreñido por el sufrimiento y cubierto parcialmente por unas enormes gafas de sol. Hasta el momento todo resulta confuso, no logramos acertar a qué nos estamos enfrentando. Dmytro Moiseiev, director de la cinta, revela de forma paulatina información sobre la misteriosa mujer. Tras una conversación cargada de cinismo y amargura con el director de una funeraria, descubrimos que nuestra protagonista acaba de enterrar a un ser querido.

La película salta de secuencia en secuencia. La presencia de Olga (nombre del personaje principal interpretado por Alla Binieieva) es constante, en planos en los que la cámara apenas se mueve la vemos interactuar con variopintos personajes. Algunas de las situaciones que nos presentan no hacen más que añadir confusión, otras consiguen esclarecer qué es lo que le ha pasado a Olga y a qué se debe su estado de desorientación. La reciente muerte de su marido y los reproches de su familia política por no haber intentado evitar el trágico acontecimiento llevan a la mujer a intentar mitigar su dolor embarcándose en un viaje sin destino fijo a través de diferentes lugares de la ciudad de Kiev.

El retrato de este particular proceso de duelo no consigue que el espectador empatice por completo con la mujer. A menudo sus reflexiones sobre los numerosos contrasentidos de nuestra existencia resultan más pretenciosas que reveladoras. De todos modos, la película sí logra conmover en determinados momentos, especialmente a través de imágenes en los que la fragilidad del cuerpo de la protagonista se nos muestra encuadrado entre imponentes edificios o perdido en medio de vastos espacios abiertos. La cinta acierta ocasionalmente en su retrato de la devastación que sigue a la pérdida de un ser amado. Lo ridículo de nuestra existencia se revela con claridad ante un suceso tan traumático y volver a encontrar el rumbo correcto resulta una tarea casi imposible.

Lo preocupante de Chrysanthemums Time es que se las arregla para que un personaje al que deberíamos querer consolar y acompañar en su dolor, nos resulte en ocasiones distante y antipático por su petulancia y su frialdad. La cinta arroja algunas ideas interesantes y sin duda consigue mantenernos intrigados por lo peculiar de su propuesta, es una lástima que no logre ir más allá y remover nuestras emociones de un modo más profundo.

Chrysanthemums Time es una producción de la ucraniana Yizhak Film, que también se encarga de las ventas internacionales de la cinta.