07/09/2017 - VENECIA 2017: Vincenzo Marra presenta su cuarto largometraje de ficción, centrado en la lucha cotidiana de un sacerdote en un territorio difícil: la Terra dei fuochi, en Nápoles

Una pistola apunta la garganta de un sacerdote: es la impactante imagen del póster de lo nuevo de Vincenzo Marra, L’equilibrio [+lee también:
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entrevista: Vincenzo Marra
ficha de la película], presentada a concurso en las 14ª Jornadas de los Autores. Después de haber participado en 2006 con L’udienza è aperta, en 2012 con Il gemello [+lee también:
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ficha de la película] y en 2015 con La prima luce [+lee también:
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entrevista: Vincenzo Marra
ficha de la película], el cineasta napolitano, que en su filmografía alterna cine documental y cine de ficción, regresa por cuarta vez a la sección paralela y autónoma de la Mostra de Venecia con el relato de la parábola de un cura que trabaja en un territorio difícil y querría enderezar las cosas pero al que la dura realidad pondrá en peligro hasta de muerte. 

Mantener el equilibrio es el precepto que Don Giuseppe (un solemne y centradísimo Mimmo Borrelli), sacerdote campano con un pasado de misionario en África, no deja de oír cuando vuelve a trabajar en una diócesis en su región, en un pueblo de la azotadísima Terra dei fuochi, en Nápoles. Se lo dice el obispo (Paolo Sassanelli) que le ha concedido el traslado (pedido por el propio Don Giuseppe como remedio a una crisis de fe) y se lo dice, sobre todo, el cura que lo sustituirá, Don Antonio (Roberto Del Gaudio), que pelea contra la plaga de desechos tóxicos y por eso es querido y respetado por todos. Pero al caminar día tras día por el territorio, Don Giuseppe se da cuenta rápidamente que, por muy importante y legítima que sea, la lucha de Don Antonio tiene como contrapartida una serie de cuestiones sin resolver; por ejemplo, los abusos de una niña, sobre los cuales el sacerdote ha decidido mirar para otro lado por el bien de la comunidad.

¿Intervenir o aceptar el compromiso? ¿Salvar al individuo o proteger al colectivo? La cinta presenta el enfrentamiento ideológico y espiritual entre los dos monjes y las consecuencias de sus diferentes visiones y, sobre todo, el drama cotidiano de Don Giuseppe frente al muro con que no deja de chocar. Gracias al empleo exclusivo de los planos secuencia, Marra se pega a Don Giuseppe, que está presente desde la primera hasta la última escena del film, y lo sigue en sus visitas a casas y hospitales, donde brinda ayuda y comfort, en su lucha por dar a los más pequeños un lugar donde jugar (“para mí, la prioridad son los niños”) y hasta en sus acercamientos con la mafia local, a la que resulta una presencia cada vez más incómoda.

Como un Cristo votado al martirio, el protagonista vence el miedo, no se pliega y se hace monumental. Pero solo, abandonado por todos, en una tierra perdida que mantiene sus discutibles equilibrios propios, la misión de Don Giuseppe pasa de improbable a imposible. “No quería más que ser un buen sacerdote” es la frase que encierra la esencia de este personaje y su integridad. Un drama sobrio, de buena compostura, que nació como un documental y, por presiones recibidas por el director y obstáculos hallados en su territorio, tuvo que convertirse una ficción. Una ficción que, sin embargo, desborda verdad y deja al espectador con un montón de necesarias preguntas.

L’equilibrio es una producción de Cinemaundici y Lama Film con Rai Cinema y Ela Film. La distribuirá Warner Bros. Pictures Italia el 21 de septiembre. De las ventas internacionales se encarga Intramovies. 

(Traducción del italiano)