04/07/2003 - Los Estados Generales de la ANEC, convocados ayer en Roma, terminaron con un documento en el que los empresarios piden una rápida respuesta de gobierno y distribuidores a sus necesidades

“La decepción se ha convertido en malestar y el malestar en hartazgo”. Los Estados Generales de la ANEC, convocados ayer en Roma, concluyeron con esta denuncia en presencia del secretario general del Ministerio de Cultura italiano, Carmelo Rocca, y del director general de cine, Gianni Profita. En el documento, aprobado al finalizar la sesión, se pide que, con la garantía del Defensor de la Competencia, se cierren lo antes posible acuerdos de alquiler con el fin de “evitar que desaparezcan del mercado empresas que mantienen su vitalidad y funcionamiento en el interés del espectador”.
De acuerdo con los participantes “el hecho de asegurar la vitalidad y operatividad de las empresas también a través de una mejor relación entre los empresarios de salas y los distribuidores se traducirá en realidad en una ventaja para el diversificado público del cine, mientras que, de agravarse los problemas, el sistema de salas en Italia se empobrecería”.
En cuanto a la apertura de más salas, Rocca ha declarado que se debe reglamentar a nivel municipal y regional con base en una normativa general que dicten los diputados nacionales. El fin es evitar el canibalismo para salvaguardar el patrimonio inmobiliario y técnico, que no debe dispersarse. Las salas existentes deben ser protegidas y las nuevas deben abrirse en los lugares en los que hacen falta.

(Traducción del italiano)