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ASTRA 2017

Taste of Cement: vivir sin estar vivo

por 

- El estilizado documental de Ziad Kalthoum indaga en la desesperanza de los refugiados sirios

Taste of Cement: vivir sin estar vivo

Tras su paso por varios festivales, el impactante documental Taste of Cement [+lee también:
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, de Ziad Kalthoum, compite por el premio principal en la 24ª edición del Astra Film Festival, el festival de documentales más importante de Rumanía (del 16 al 22 de octubre en Sibiu). El documental ofrece un nuevo acercamiento a uno de los temas más influyentes de la actualidad: las profundas cicatrices que han dejado las vivencias pasadas y presentes en el alma de los refugiados.  

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Beirut, Líbano. Entre el cielo y el mar, vemos un rascacielos inconcluso. Los trabajadores se mueven como robots en una sinfonía de ruidos y sin mediar palabra. Se vierte el cemento, que fluye como un líquido, y sus vagos movimientos predicen la amenaza de su inmovilidad futura. Los trabajadores no pueden probarlo pero su sabor quedará grabado para siempre en su memoria. Son refugiados sirios, atrapados entre la tierra y el cielo, entre la vida y la muerte, sus noches son invadidas por otros ruidos  e imágenes: bombardeos, edificios que se derrumban y muerte.

Taste of Cement deja claro que a pesar de la eficacia del director para crear un mapa de peligro y pérdida, las personas que vemos este documental desde una cómoda butaca de cine en un país no afectado por la guerra nunca llegaremos a comprender y asimilar del todo el horror que han vivido los refugiados. La pantalla nos protege por muy desgarrador que sea el documental o película al respecto. Son otras vidas, en otros lugares.

Una de las principales fortalezas del documental reside en la forma en que Kalthoum juega con los fotogramas. Son omnipresentes en la película. Tenemos el mar, el cielo y las carreteras donde los vehículos circulan libremente. Todos transmiten una sensación de libertad pero, ¿es posible alcanzar la libertad? El documental sugiere que no, ya que siempre aparecen a través de una puerta, una ventana o detrás de las filas horizontales o verticales que forman las barras de acero.   

La esperanza y la desesperanza aparecen simultáneamente en cada fotograma, como cuando descubrimos que los trabajadores no pueden abandonar las instalaciones del rascacielos, por lo que deben permanecer trabajando durante las horas del día y pasar las noches en el sótano. Son prisioneros en el limbo, atrapados entre un pasado del que tuvieron que huir y un futuro bastante incierto.  

El documental, que combina a la perfección simetría y ritmo visual, se ve enormemente ayudado por la musicalidad de los ruidos de la construcción. El silencio y los sonidos mecánicos se reúnen en una sinfonía de la construcción, donde una conmovedora voz en off revela la filosofía personal, poética y emocional del refugiado. Pero el verdadero poder de la película reside en un cambio de ritmo tan eficiente como una toma del interior del barco de Fuego en el mar [+lee también:
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entrevista: Gianfranco Rosi
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, de Gianfranco Rosi, ganadora del Oso de Oro.

Taste of Cement ha sido producida por Basis Berlin (Alemania) y coproducida por Bidayyat Audiovisual Arts (Siria). El proyecto recibió el respaldo de Arab Fund for Arts and Culture, Doha Film Institute y Screen Institute Beirut. Syndicado (US) se encarga de su distribución a nivel internacional.

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(Traducción del inglés por Carolina Benítez)

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