31/10/2017 - Con su estreno mundial en el festival de Ji.hlava, en la sección Un testimonio de la naturaleza, el documental suizo-canadiense mantiene en vilo a sus espectadores hasta el último minuto

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ficha de la película], del director canadiense Mathieu Roy, que tuvo su estreno mundial en la sección Un testimonio de la naturaleza, dentro del programa del Festival Internacional de Cine Documental de Ji.hlava, es un ensayo documental con la intensidad de un “thriller”. Comienza con una serie de tomas largas y estáticas de agricultores africanos recolectando, talando ramas y trabajando en el campo. La mayoría de ellos trabaja durante toda la vida en la agricultura y la producción de alimentos -las madres trabajan con bebés atados a la espalda, mientras que los niños pequeños ayudan a sus padres a trabajar la tierra-, sin embargo, al mismo tiempo pertenecen a uno de los pueblos con más hambruna del mundo, ya que sus países exportan la mayor parte de la comida que producen. No se trata de un fenómeno nuevo; en la India colonial, según explica un periodista, la tierra que solía utilizarse para producir alimentos pasó a cultivar algodón, que era lo que demandaba la industria británica, aun cuando esto suponía hambrunas y un fuerte incremento en las tasas de mortalidad para la población local. Una de las preguntas que plantea The Dispossessed es: ¿cómo se convence a la gente y a los gobiernos de los países explotados para que accedan a ello?

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En The Dispossessed, ni los planos de los agricultores ni las entrevistas realizadas tanto a representantes de conglomerados de alimentos como a defensores del desarrollo sostenible alrededor del mundo presentan comentario alguno, y eso es porque no los necesitan. El puro contraste entre los planos de los agricultores africanos o indios y la entrevista a un representante de relaciones públicas de la Organización Mundial del Comercio -cómodamente instalado en su despacho de la sede de Ginebra decorado con esculturas neoclásicas y fuentes, explicando cómo funciona el comercio y que la agricultura es un tema controvertido en todas partes- es lo suficientemente absurdo como para que resulte casi brusco.

Evocando en su planteamiento al documental de 2014 Concerning Violence [+lee también:
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ficha de la película], del cineasta sueco Göran Hugo Olsson, o We Come as Friends [+lee también:
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ficha de la película], del director austro-francés Hubert Sauper, The Dispossessed es una respuesta perfecta para cualquiera que alguna vez se haya preguntado por qué los países “en desarrollo” permanecen “en desarrollo” durante décadas o incluso siglos, a pesar de la “ayuda” que reciben desde Occidente; se trata de una introducción a la economía política, sobre todo en la medida en que afecta a la industria agrícola global, que explota a personas, animales y a la propia naturaleza con un fin lucrativo, y que sólo beneficia a unos cuantos elegidos, o sólo beneficia a la parte del mundo más privilegiada. Explica cómo lo que solía llamarse esclavitud ahora se llama “las normas del comercio” o “la política económica mundial”, pero que ésta no implica una mejora significativa en lo que respecta a las vidas de las personas explotadas, a pesar del cambio de nombre.

Con una duración de 182 minutos, The Dispossessed ha sido una de las películas más largas de esta edición del festival. A pesar de ello, resulta asombroso la manera en que su inexorable compromiso por revelar las realidades de la explotación dentro de la industria agrícola global parece mantener a sus espectadores en vilo hasta el último minuto.

(Traducción del inglés por Marta Quirós)