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TURÍN 2017

Don’t Forget Me: una historia de amor al borde del precipicio

por 

- La ópera prima de Ram Nehari, coproducida entre Israel, Francia y Alemania y triunfadora en el Festival de Turín, es una comedia dramática y sentimental, desesperada y sobre todo humorística

Don’t Forget Me: una historia de amor al borde del precipicio
Nitai Gvirtz y Moon Shavit en Don’t Forget Me

Don't Forget Me [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
del director israelí Ram Nehari, ganadora del 35 º Festival de Cine de Turín (leer el artículo) es una película esencial, pero más bien corta (poco más de 80 minutos), con un sentido del humor único. Las primeras preguntas formuladas en la película: "¿Movimientos intestinales? ¿Menstruación? ", una fórmula que se repite mecánicamente a cada paciente en un centro especializado en desórdenes alimenticios, nos permite vislumbrar el estado mental de la joven protagonista, Tom (Moon Shavit). Y es a partir de los intercambios iniciales de Neil (Nitai Gvirtz, quien también escribió el guión) con un reparador de instrumentos musicales, cuando pensamos que el joven no está del todo bien. Ella sueña con convertirse en modelo y se niega a comer para lograrlo hasta terminar en un instituto de rehabilitación alimentaria. Él toca la tuba y quiere hacer una gira por Europa, pero mientras tanto fue internado en una clínica psiquiátrica. Estos dos jóvenes marginados se encuentran, se reconocen entre sí y se enamoran a su manera, en una película tierna y desesperada que ofrece un toque de sátira a la sociedad israelí.

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Todo sucede en el transcurso de un día. Inicialmente revoloteamos entre las vidas diarias de los dos personajes. Tom sube a la báscula, habla con la psicóloga y debería celebrarlo (le ha vuelto el período, una señal de que su cuerpo se está recuperando), pero ella está lejos de ser feliz. De hecho, su deseo de morir, de "desaparecer lentamente", solo desaparece momentáneamente. Neil encuentra a un viejo amigo músico y lo convence para que le deje unirse a su grupo. Incluso compra una tuba nueva (la cual no toca muy bien) y se prepara para irse a tocar a Berlín con él. Los caminos de Tom y Neil se cruzan por casualidad, y unas horas más tarde, se encuentran haciendo proyectos juntos y soñando con una vida normal, en otro lugar. Una versión menos edulcorada y brillante de El lado bueno de las cosas de David O. Russell, la película muestra el encuentro de dos personajes al borde del precipicio, con sus altibajos, y de los que nos podemos esperar de todo. Sus diálogos son poco convencionales y misteriosos: él habla de sus "visiones", ella está convencida de las muestras de lucidez en sus obsesiones, y de ser inmortal.

No pasa mucho en Don't Forget Me. No hay un verdadero punto de inflexión en la vida de estos dos jóvenes, solo una breve ilusión de un futuro diferente. Toda la película se basa en los dos personajes principales (ambos galardonados en Turín), que fueron capaces de interpretar su malestar de manera discreta. "Quería que los personajes estuvieran desequilibrados química y emocionalmente. No se dan cuenta de que su situación y las aventuras que viven son simples y, a veces patéticas'' explica Nehari, que ya ha realizado cortometrajes de personas con trastornos mentales, así como varias series de televisión. "Hacer reír a la gente es mi lucha por el respeto a sí mismo, hacerles llorar es una forma de implorar compasión ", añade. En realidad, no hay piedad en esta película. Al contrario, la historia a veces roza una feroz ironía: en la escena de la modelo que intenta dar un buen ejemplo a las chicas anoréxicas, pero que ella ni siquiera es capaz de tragar un grano de arroz, cuando la madre de Tom exalta las alegrías del veganismo, o cuando escuchamos hablar de los abusos a manos de los rusos y los alemanes (¿cómo puede un israelí ir a Berlín, después de lo todo lo que le hicieron a los judíos?). Es una película corta, que puede que no le dé tiempo suficiente al público para sumergirse, pero que ofrece un aspecto honesto de la diversidad.

Don’t Forget Me es una producción de Yifat Films ltd (Israel), Tabo Tabo films (Francia) y Film Five (Alemania).

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(Traducción por Isabel Sáez)

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