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CINÉMAMED 2017

À mon âge je me cache encore pour fumer: mujeres desnudas

por 

- La directora franco argelina Rayhana dirige una película cruda sobre las dificultades de ser mujer en un mundo dominado por la sinrazón

À mon âge je me cache encore pour fumer: mujeres desnudas
Hiam Abbass, Sarah Layssac, Nadia Kaci y Maymouna en À mon âge je me cache encore pour fumer

El deseo de libertad es algo inherente a la condición humana. Lamentablemente, ser mujer y libre suena a utopía en no pocos contextos del absurdo mundo que nos toca vivir. La realizadora franco argelina Rayhana debuta en el largo con À mon âge je me cache encore pour fumer [+lee también:
tráiler
ficha de la película
]
, que se proyecta ahora en el 17° Festival de Cine Mediterráneo de Bruselas, construyendo un espacio en el que sus personajes, todos mujeres, juegan a ser libres. Y decimos juegan porque detrás de los muros del hamam en el que se reúnen, su condición femenina las convierte en personas de segunda, obligadas a aceptar todo tipo de penurias y abusos. 

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En À mon âge je me cache encore pour fumer, Fatima (Hiam Abbass) es la regente del baño turco al que decenas de mujeres acuden cada día para relajarse, olvidarse de las ataduras del mundo real y compartir con sus compañeras sus secretos, sus ilusiones y sus miedos. Las mujeres se pasean desnudas, fuman, hablan de sexo, política o religión y nosotros, como espectadores, somos testigos de excepción de las dinámicas de un grupo diverso y fascinante. 

Las mujeres no son ajenas a la realidad convulsa que se desarrolla fuera del hamam. Los conflictos entre ellas existen, y no son menores. Una joven recién divorciada y su ex-suegra, la viuda del difunto líder de un grupo terrorista relacionado con el Daesh y una niña incapaz de articular palabra después de presenciar cómo su familia era aniquilada por los mismos terroristas… Personajes con recorridos vitales opuestos que tienen en común el hecho de ser mujeres enfrentadas a un mundo injusto. Algunas se resignan a aceptar esas injusticias y salir adelante a base de fuerza y valentía, las hay que fantasean con encontrar un hombre que pueda endulzar su existencia, y otras no temen expresar su rabia por verse presas de cadenas que nunca merecieron cargar.

La película funciona porque todas las actrices muestran un compromiso radical con sus personajes. Conscientes de la importancia del mensaje que tienen entre manos, todas ellas se entregan física y emocionalmente a la encarnación de este grupo, que sirve como fresco representativo de todas las mujeres, y no solo las mujeres árabes. Los diálogos afilados, en los que lo trágico y lo cómico se dan la mano, son la base de un guion sólido. Este se ve reforzado por la destreza de Rayhana tras la cámara, que consigue dotar de personalidad propia a una cinta que tiene su origen en una obra teatral de la propia cineasta. 

À mon âge je me cache encore pour fumer es una película vital que retrata una realidad terrible, es un grito de libertad que sale de las gargantas de unas mujeres hartas de pagar por nadie sabe qué delito.

La cinta es una coproducción entre Francia (KG Productions), Grecia (Blonde Audiovisual Productions) y Argelia (Battam Films), vendida al extranjero por Les Films du Losange.

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