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Crítica: Bikini Moon

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- Milcho Manchevski presenta un largo que rompe barreras estilísticas y geográficas, una interesante mezcla entre documental, película independiente neoyorquina y relato fantástico

Crítica: Bikini Moon
Condola Rashad en Bikini Moon

Milcho Manchevski presenta Bikini Moon [+lee también:
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ficha de la película
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, una mezcla entre documental y ficción con un estilo propio de las películas independientes neoyorquinas y con elementos minimalistas y fantásticos. El director ha encontrado una forma de expresión completamente innovadora a partir de características muy diferentes y ambiciosas. Esta es su película más lograda, tras su debut en 1995 con Antes de la lluvia. Bikini Moon se estrenó mundialmente en el Festival Internacional de Cine de São Paulo y ha ganado el Premio Especial del Jurado en Fantasporto

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La primera escena se desarrolla en un centro para personas sin hogar en Nueva York donde se está rodando un documental. La productora, Kate (Sarah Goldberg); su novio Trevor (Will Janowitz), el director; y la operadora de cámara, Krishna (Sathya Sridharan) forman el equipo de grabación que encuentra allí a quien será la protagonista de su película, una mujer de raza negra, joven, sin hogar, llamada Bikini (Condola Rashad). Bikini es una mujer carismática, de grandes ojos, sonrisa radiante y muy dinámica, rozando la hiperactividad (de hecho, el espectador se da cuenta rápidamente de que esto es consecuencia de una enfermedad mental). En cierta ocasión le dice a un funcionario del centro que es carpintera (“como Jesucristo, pero con tetas”) y que sirvió en Irak. También afirma que los servicios sociales le quitaron a su hija.

Trevor vio inmediatamente en ella a la protagonista de su documental, sin embargo, Kate cuestiona la moralidad del asunto desde el principio; pero ambos terminan encandilados por Bikini e intentan ayudarla y, al mismo tiempo, hacer una película sobre ella. 

Intentan encontrarle un lugar donde vivir pero fracasan y en ese momento le proponen que viva con ellos. Sin duda, esta no será la única barrera que transgredan, pero sí que será la que cambiará sus vidas.

Cinematográficamente, la película tiene el aspecto del “making of” de un documental, el cámara sigue a los personajes, a veces se acerca demasiado, la imagen tiembla y es imprecisa, incluso caótica en ocasiones. Pero es esto lo que da a la película un carácter único e incomprensible. 

La inverosímil información que da Bikini sobre su vida como la supuesta existencia de su hija, así como su impredecible forma de actuar representan un claro paralelismo entre la realidad y cómo esta es representada. La película es claramente una ficción, pero el enfoque del director, Milcho Manchevski, es tan convincente que resulta difícil para la audiencia evitar verla como si fuese un verdadero documental. Al final de la película aparecen inesperadamente unos elementos fantásticos muy bien ejecutados, cambiando por completo la percepción que tiene el espectador de la historia y dejándolo emocionalmente satisfecho y con mucho sobre lo que reflexionar.

La actuación de Condola Rashad, ya conocida por su trabajo en la serie Billions deShowtime, es espectacular y, si Bikini Moon no fuese una “pequeña” película independiente, una nominación al Oscar a la Mejor Actriz no sería descabellada.

Bikini Moon es una coproducción de la compañía alemana Czar, las norteamericanas Milkman Productions y Final Frame, la canadiense YN Films y la macedonia Banana Film.

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(Traducción del inglés por Pedro Andueza González)

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