13/12/2005

La revelación el domingo de las negociaciones en curso con el fin de una aproximación de los dos grupos franceses de televisión por satélite, CanalSat (alrededor de 3 millones de suscriptores) y TPS (1,7 millón) hizo levantar un viento de inquietud del lado de los profesionales del cine hexagonal. Las grandes maniobras llevadas entre bastidores por los accionistas de los dos grupos (Canal +, tenido al 100% por Vivendi Universal, controla 66% de CanalSatellite, y Lagardère el resto; TPS pertenece a TF1 a 66% y a M6 a 34%) deberían concluirse rápidamente y sin duda con una toma de control de Canal + que crearía así a un verdadero imperio puesto que la cadena criptada cuenta por su parte 5 millones de suscritos. ¿Las razones de esta operación? La disminución del crecimiento de los dos grupos consecutivo al comienzo de la TNT en la primavera pasada y a la potenciación de los proveedores de acceso a Internet y los operadores de teléfono móvil que indican enormes ambiciones (y gigantescos medios financieros) en el territorio de la difusión de imágenes. Por a otra parte, CanalSat y TPS se libran a una competencia feroz y arriesgada por la compra de los derechos de las películas y del fútbol, así que a una escalada poco rentable en materia de campañas promocionales de suscripción. La fusión considerada, que preservaría los dos grupos (con un desnatado de las cadenas demasiado similares), llevaría Canal + a un conjunto de alrededor de 10 millones de suscriptores, o sea el tamaño del primer operador europeo de TV a pago, BskyB.

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Pero el rol motriz desempeñado por Canal + en la financiación del cine hexagonal (136,6 M€ invertidos en 124 largometrajes franceses en el 2004) da a esta fusión una imagen inquietante para los profesionales del 7° arte. En efecto, Ciné Cinéma (CanalSat) comprometió por su parte 9,4 M€ en el 2004 y TPS Cine 31,8 M€. El total C + - Ciné Cinéma - TPS representa pues una cesta de 177,8 M€ de euros sobre los 819,7 millones de inversiones francesas en la producción cinematográfica hexagonal en el 2004. según la sociedad civil de los Autores-realizadores-productores (ARP), la aproximación entre TPS y el Grupo Canal + "que procede exclusivamente de una lógica industrial, corre el riesgo de reducir mucho el pluralismo y consolidar la integración horizontal y vertical del Grupo Canal + en el mercado de la televisión de pago", lo que "constituye el inicio de una modificación sustancial de nuestro paisaje audiovisual, combinando riesgos de concentración y riesgos de desajuste (llegada de los operadores de telecomunicación, deslocalización de la difusión de ciertas cadenas de televisión). Por eso la ARP pide a las autoridades públicas " realizar una reflexión rápida y profunda con el fin de consolidar las obligaciones del o de los operadores de televisiones de pago y reforzar las condiciones del mantenimiento y el desarrollo de la producción cinematográfica independiente".

(Traducción del francés)