23/09/2002 - Se presenta en Viareggio la segunda película del nuevo Sergio Leone: Florent Emilio Siri

¿Pueden un viejo almacén usado como escondite y un enjambre de matones listos para lanzar ataques de todo tipo constituirse en metáfora de los fuertes y de los asaltos de los indios que las películas de John Ford y Sergio Leone nos enseñaron a amar? De acuerdo con Florent Emilio Siri, el director de Nido de avispas, sí. “Quise inspirarme –explica Siri- en las películas del Oeste. Y ahora escucho que me comparan con Sergio Leone. Me halaga pensar que me relacionen con un cineasta al que considero un verdadero maestro. Nido de avispas no es sencillamente una película de acción. Es el legado narrativo de esos westerns que sabían encontrar un equilibrio justo entre la sicología y la acción”. Presentado este año fuera de concurso en el festival EuropaCinema, Nido de avispas relata la historia de un grupo de agentes especiales que escoltan a un pez gordo de la mafia albanesa, Abedin Nexhep, acusado de ser el jefe de una amplia red de prostitución en Estrasburgo. Durante el secreto y peligroso traslado desde la prisión hasta el tribunal de derechos humanos en el que Nexhep debe ser juzgado, los agentes sufren ataques constantes de matones al servicio del mafioso que los obligan a refugiarse en un almacén de materiales informáticos en donde antes se ha introducido un grupo de ladronzuelos jóvenes. En el momento de mayor peligro se desata la verdadera personalidad de cada uno. “Nido de avispas es una película sobre la amistad, la solidaridad, como mi primera película Un minuto de silencio. La diferencia entre las dos radica en su proceso de elaboración. En la segunda tuve por fin los medios para expresarme como quería”. No hay grandes diálogos entre los personajes, interpretados entre otros por Samy Naceri, Nadia Farès, Anisia Uzeyman, Benoît Magimel y Valerio Mastandrea. Un estilo que el director y François Tarnoswski han cuidado juntos en el guión: “Un diálogo conseguido -concluye el director- debe ser informativo, revelar la sicología del personaje y suscitar emociones. Sergio Leone sabía expresar todo esto en muy pocas palabras. También en esto quise seguir su ejemplo y he utilizado los silencios y las miradas entre los personajes para dar fuerza sicológica a las imágenes. Después de todo, ¡el cine está hecho más de imágenes que de palabras!”.