12/06/2007

Los estudios valencianos Ciudad de la Luz acogieron el pasado fin de semana el último día de rodaje de La posibilidad de una isla, el debut como director del escritor francés Michel Houellebecq. El controvertido autor-cineasta reside actualmente en España y eligió el sur del país como escenario natural de su cuento futurista.

Coproducido por Morena Films (España) y por Mandarin Films (Francia), en asociación con DePalacio Films, la película, rodada en francés, contó con un presupuesto total de 6.370.000 euros, de los cuales 2.479.000 fueron patrocinados por la Comunitat Valenciana. El rodaje implicó también la contratación de 60 técnicos locales y de más de 50 empresas de la región.

El rodaje empezó el 30 de abril en la isla de Lanzarote, y luego se trasladó a Huelva, Almería, Benidorm y, finalmente, a los estudios de la Ciudad de la Luz durante tres semanas.

Benoît Magimel (Selon Charlie [+lee también:
tráiler
ficha de la película]) encabeza un reparto en el que también se destacan Patrick Bauchau y los españoles Jordi Dauder y Ramata Koite en una historia de ciencia ficción sobre un grupo de científicos que desarrollaron una sofisticada tecnología, que ha permitido a un solo hombre y a una sola mujer sobrevivir a los diferentes cataclismos que se producen en el cuarto milenio, tiempo en el que nos sitúa la acción de la película.

Esta es la tercera adaptación de un obra de Houellebecq a la gran pantalla, tras el best seller "Las partículas elementates", que llamó a la atención del cineasta alemán Oskar Roehler. La película se convirtió en una de las más exitosas del Festival de Berlín en 2006. En 1999, Philippe Harel había ya dirigido Extension du domaine de la lutte. Celluloïd Dreams gestiona las ventas internacionales (artículo).

En la Ciudad de la Luz se ha rodado otras películas, entre ellas Asterix y los Juegos Olímpicos y Manolete (artículo), ambas todavía por estrenar.

(Traducción del inglés)