12/06/2007

Cabello corto y más claro, poco o nada de maquillaje, mirada atormentada, vestimenta banal. Es una Monica Bellucci del todo inédita la que aparece en L'Eletto [+lee también:
crítica
tráiler
ficha de la película], el thriller exotérico de Guillaume Nicloux, en estreno el 15 de junio en las salas italianas y distribuido por 01 Distribution.

Protagonista absoluta de esta coproducción francesa, alemana e italiana, ya presentada en octubre pasado en el Festival Internacional de Roma, la no-glamurosa y maternal Bellucci interpreta a Laura, una madre adoptiva que sufre por su hijo, un niño mongol llamado Lui-San (el etéreo Nicolas Thau) que, al acercarse la fecha de su séptimo cumpleaños, tiene pesadillas recurrentes de bosques y animales monstruosos y ve aparecer en su pecho una extraña mancha. Como su hijo, Laura también comienza a obsesionarse con pesadillas y alucinaciones que la hacen caer en una angustia incontrolable. Quienes parecen ser sus únicos amigos, Sybille (interpretada por una severa Catherine Deneuve en versión castaña) y Lucas (Sami Bouajila), secuestran a Lui-San –quien resultará ser un pequeño curandero descendiente de una antigua tribu mongola- ya qye su sacrificio los volverá inmortales.

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"Guillaume sabe que si un actor sufre un poco de verdad, sus expresiones serán más apropiadas a las situaciones que está viviendo su personaje", dice la actriz. "Y, en efecto, durante la escena en un túnel, sentí una sensación real de claustrofobia. Se veía claramente y esto me permitió expresar un miedo natural". "La interpretación de Monica es uno de los puntos fundamentales del filme", subraya el realizador, "siempre parece suspendida por un hilo, es este elemento de fragilidad y gracia el que hace que su interpretación sea absolutamente única. Además, no actúa en su lengua, un punto determinante". La interpretación en la versión original (francés) hace, de hecho, la actuación de Bellucci más natural, lejos de una cierta afectación a la que estamos acostumbrados cuando lo hace en italiano. Buena también la fotografía, confiada a Peter Suschitzky (Una historia de violencia, de David Cronenberg). Pero la trama, libremente basada en la novela Le Concile de Pierre (El elegido), de Jean-Christophe Grangé, se pierde en conexiones difíciles de descifrar, personajes secundarios poco caracterizados y homicidas en cadena que dejan un poco indiferente.

(Traducción del italiano)