02/09/2008

El mediometraje documental de Camille d’Arcimoles Che Saccio (que en siciliano significa literalmente “¿qué sé yo?”) ha provocado hoy una emoción palpable en el público. Se trata del retrato intimista y honesto de dos jóvenes que crecieron junto al premiado director Emanuele Crialese.

Francesco Casisa y Filippo Pucillo tenían 13 y 9 años respectivamente cuando Crialese los seleccionó para su película Respiro [+lee también:
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ficha de la película] , estrenada en 2000, y cinco años más tarde protagonizaron Nuevo mundo [+lee también:
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ficha de la película]. Casisa es oriundo de los violentos suburbios de Palermo y Pucillo, que prefiere cazar con su tirachinas a actuar, es de la isla siciliana de Lampedusa, por la que siente un gran amor.

Al contrario que muchos directores que trabajan con niños, se desprende de la película que Crialese no sólo es un artista serio, sino además una figura paterna que asumió plenamente la responsabilidad de haber catapultado a los niños a un mundo nuevo. La película pronto nos da una idea de los intensos lazos familiares que establece Crialese con sus colaboradores – incluso llegó a sacar a Casisa de la cárcel para menores con el fin de que trabajara con él de nuevo en 2005.

“Emanuele tiene un extraordinario método de trabajo y su relación con Francesco y Filippo lo demuestra”, aseveró d’Arcimoles, compañera de Crialese tanto en el set como fuera de él. Con un amor y un respeto evidentes por los protagonistas de su película, d’Arcimoles explicó que “a la hora de hacer el filme, me propuse contar la historia con la mayor honestidad posible sin herir a nadie”.

La película, muy personal, captura la abundancia natural de talento de los dos chicos y su aparente incapacidad para encarnar a nadie más que a sí mismos. Casisa reconoce que le resulta difícil verse a sí mismo y a Pucillo tal y como son en pantalla, pero calificó el documental de “muy bueno” y agregó: “Emanuele es maravilloso con la gente, la ama de verdad. Siempre lo explica todo y me ha ayudado a hacer frente a muchas cosas muy difíciles.”

Pucillo, tan esquivo en la pantalla como fuera de ella, afirmó que verse a sí mismo le resultaba embarazoso. D’Arcimoles reconoció ante el público que en un principio el chaval, de 17 años, no quería acudir al estreno en Venecia porque en Lampedusa la temporada de caza empieza el 1 de septiembre, pero un golpe de suerte hizo que la fecha fuera pospuesta.

(Traducción del inglés)