En 2006, Fatih Akin rodó la escena final de su película "Al otro lado" en Camburnu, el pueblo natal de sus abuelos, en el noreste de Turquía, cuyos habitantes viven desde hace generaciones de la pesca y del cultivo del té en armonía con la naturaleza. Entonces oyó hablar de una catástrofe ecológica que amenazaba al pueblo: un proyecto de vertedero construido sin tener en cuenta el medio ambiente y contra el que se levantaron el alcalde y sus habitantes. Akin decidió luchar con sus propios medios. Durante más de cinco años, rodó el combate del pequeño pueblo contra las potentes instituciones y fue testigo de las catástrofes irremediables que afectan al paraíso perdido: el aire está infectado, la capa freática contaminada, nubes de pájaros y perros errantes asedian la ciudad. A pesar de todo, cada día siguen llegando al vertedero toneladas de basura....La película constituye al mismo tiempo un retrato notable de la población rural en Turquía y un emotivo alegato en defensa del valor de los ciudadanos.