Luis deja a su socio y vuela hasta Berlín desde España para pasar un fin de semana de marcha desenfrenada, probando drogas y encuentros sexuales casuales. Conoce a Viktor, un hombre misterioso de una fascinante y desconcertante atracción. Luchando contra sus inhibiciones por estar dominado por un extranjero, Luis se rinde a Viktor con una pasión confiada. Poco después, a Luis le confunden con un griego desaparecido llamado Dimitri cuya hermana y cuyo primo lo buscan desesperadamente. Aunque Dimitri es un antiguo socio de Viktor, este no tiene ninguna explicación por la desaparición de Dimitri. A pesar de estar plagado de persistentes sospechas, Luis se deja enredar cada vez más por el capricho, la fuerza y al aura de control y sumisión de Viktor. Esto lo llevará a un atolladero de señales y peligros misteriosos que pronto hará que su realidad parezca una ilusión.