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¿Es el micromecenazgo el futuro del cine?

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- "Inocente", primera película fruto de la financiación colectiva que se lleva el Óscar, prueba que el micromecenazgo se ha establecido en la industria del cine. Un método que ya ha calado en Francia.

La película ganadora del Óscar al mejor cortometraje documental, Inocente, realizada por Andrea Fine y Sean Fine, tiene la particularidad de haber sido producida gracias al micromecenazgo o crowdfunding, a través de la plataforma en línea Kickstarter. Los 300 donantes, que reunieron alrededor de 50 000 dólares, se convirtieron en los productores de una película oscarizada. Se trata de un suceso inédito en la historia del cine y de un método que comienza a darles ideas a los cineastas franceses.

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Francia, precursora del modelo

Utilizado en sus inicios para obras de caridad, el micromecenazgo se desarrolló con la llegada de la Internet, a mediados de los noventa. Si hoy día la producción comunitaria está presente en casi todos los ámbitos -más plataformas de tipo general, como Kickstarter, Babeldoor, Kisskissbankbank se encargan de este negocio-, no fue sino hasta 2004 que el concepto se aplicó al cine, con el filme Demain la veille, de Guillaume Colboc y Benjamin Pommeraud. Al pagar de sus bolsillos, los generosos donantes conseguían una pequeña mención en los créditos, recibían el DVD o podían asistir al rodaje. Era un suceso inédito en el mundo y un "quid pro quo" medianamente equilibrado que había conseguido un éxito rotundo. Ahora, una decena de páginas web de producción comunitaria (Touscoprod, YourMajorStudio o People for Cinema) se dedica a lanzar proyectos más o menos ambiciosos. El resultado final: comisiones por las operaciones exitosas (para los más astutos) o apenas regalos simbólicos (para los verdaderos fans).

 

De David Fincher a Michèle Laroque
La financiación por particulares no es solo para los cineastas realmente arruinados, convencidos de que su oscura situación solo será comprendida por un puñado de fans incondicionales; el modelo ha convencido también a David Fincher (que ya ha recaudado 450 000 dólares por adaptar al cine el filme animado The Goon), a Evan Glodell (Bellflower) e incluso a Charlie Kauffman (Óscar al mejor escenario original por Eternal Sunshine of the Spotless Mind). Michèle Laroque y Elie Chouraqui también se han unido al movimiento. Para su próximo filme, titulado  Jeux dangereux, la actriz busca recaudar 400 000 euros de aquí al primero de julio. Sus primeros 353 "coproductores" (uno de ellos, Cyril Hanouna) ya han invertido 43 000 €. A cambio, podrán opinar sobre el título del filme, asistir al rodaje, aparecer en los créditos y recibir un DVD dedicado. El sueño. Por su parte, Elie Chouraqui, eligió la plataforma de micromecenzago Movies Angels, con la que espera recaudar 300 000 € para cofinanciar su adaptación de la novela L'Origine de la violence, de Fabrice Humbert. Si el filme no se realiza, a los donantes se les rembolsará la totalidad de sus participaciones. Una condición que, si se aplica a futuros proyectos, podría asegurar aun mejores tiempos al micromecenazgo. Yancey Strickler, cofundador de Kickstarter, está convencido. Como se recuerda en Libération, el público ha invertido cerca de 100 millones de dólares en la financiación de largometrajes en los pasados dos años.

Fuente: gqmagazine.fr

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