Waris nace en una familia de nómadas en el desierto de Somalia. A los doce años decide huir de un matrimonio concertado, llegando a Mogadiscio y de allí a Londres, donde el famoso fotógrafo Terence Donovan la descubre mientras ella limpia suelos en un McDonald's. Waris no tiene pasaporte ni permiso de residencia, no habla nada de inglés y ni siquiera sabe leer o escribir, pero aun así consigue convertirse en una top-model. No obstante, una parte de su alma sigue en África, a pesar de que allí tuviera que soportar el más terrible sufrimiento al someterse a la ablación a los cinco años. Ahora Waris rompe con su silencio en un artículo para la revista Marie Claire después de todos estos años; es así como Kofi Anan, Secretario General de las Naciones Unidas, la nombra embajadora especial de las Naciones Unidas para liderar la lucha contra la mutilación genital femenina, un brutal ritual al que aun se somete a 6000 niñas de todo el mundo todos los días.