La princesa Aneta no quiere casarse y menos con el extraño príncipe Jeroným del reino vecino al que su padre, el rey Leopoldo, prometió su mano cuando está era pequeña a cambio de protección militar del rey Bedrich. Al rey le gustaría salvar a su hija de un matrimonio no deseado pero, sin embargo, no puede renegar de una promesa real. Por eso Leopoldo idea un plan y le dice a Bedrich que el mismo Lucifer está cortejando a su hija sin ser consciente de la avalancha de acontecimientos que va a desencadenar, pues despertará la ira no solo del infierno, sino también de la celosa prometida de Lucifer, Muribana.