Gebo vive con su mujer y su nuera, la mujer de su único hijo, en una modesta casa. Su hijo lleva algún tiempo desaparecido, lo que desespera a su madre. El padre sospecha que su hijo se está dedicando a alguna actividad poco loable, pero hace todo lo que puede para ocultárselo a su mujer. La nuera cuida de ellos como si fuesen sus propios padres. Sin embargo, espera a su marido. De repente, una noche el hijo vuelve a aparecer. La madre cree en su regreso, pero el padre no se hace ilusiones. Intencionadamente o no, el padre no esconde la inmensa cantidad de dinero que ha estado guardando, que pertenece a la empresa en la que trabaja como tesorero. Su hijo le roba descaradamente. El padre no tiene otra opción y esconde a su mujer el fraude de su hijo a su patrón...