Cuatro antiguos compañeros de clase, actualmente actores checos reconocidos, deciden rodar juntos una película. Su ambicioso compañero, Jan Budař asume las obligaciones de dirección y financiación impuestas desde Polonia. Lo que empezó siendo muy agradable, comienza a torcerse. Las dificultades de pronunciación de Liška, el alter ego Havlát de Daniel y las maquinaciones financieras de Matonoha convierte el rodaje en una lucha de supervivencia.