Maja, Ivo y su hijo Tomica viven en Zagreb. Maja e Ivo están cerca de jubilarse y mientras luchan por llegar a fin de mes con sus bajos sueldos. Su hijo Tomo ha terminado el instituto y está en el paro. Sus vidas no son nada especiales, pero la situación es estable. Un día, sin motivo ninguno, Tomo recibe una paliza de un grupo de jóvenes. Ingresado al día siguiente por severos dolores de cabeza, los médicos insisten en que sus lesiones son insignificantes. Tras esto, Tomica cae en coma. Por primera vez en sus vidas, Maja e Ivo se enfrentan a un grave desafío. Las instituciones que deberían ayudarlos actúan con increíble lentitud y desinterés. Maja e Ivo emprenden una batalla contra la indiferencia de las autoridades, por el bien de su hijo.