Laura, de dieciséis años y moderadamente rebelde, es la protagonista de la historia, desgarrada por el divorcio de sus padres. Se enamora de un chico aparentemente indiferente y prueba un sorbo de madurez entregándose a su ambición y su pasión —no solo en términos de su amorío, sino también a través de su inmersión en el arte del parkour—. Al mismo tiempo, acaba distanciándose cada vez más de su padre, y tendrá que enfrentarse al hecho de que su madre comience una nueva vida, echando más leña al fuego de su ansiedad pubescente.