Tras la muerte de Isabel la Católica, se suceden tiempos de incertidumbre y de lucha por el poder. Felipe el Hermoso (Raúl Mérida) y Fernando de Aragón (Rodolfo Sancho) se disputan la corona de Castilla, dejando de lado a Juana (Irene Escolar), que es la heredera del trono, pero que se convierte en víctima de sus manejos políticos. Mientras tanto, el cardenal Cisneros (Eusebio Poncela) intenta conseguir lo mejor para el reino. Pero Fernando, al casarse tan solo un año después de la muerte de Isabel, pone en riesgo la unidad hereditaria de los reinos hispanos. La historia abarca un periodo de tres años y sirve de enlace entre las populares series de televisión Isabel y Carlos, Rey Emperador.