Pippo, director de teatro, viaja a un centro donde los refugiados solicitan asilo y comparte con ellos su día a día, que oscila entre recuerdos dolorosos y un futuro incierto. Poco a poco, los refugiados se abren al director y le cuentan sus historias. Algunas de ellas aparecen en la película, otras son secretas, pero, al final, la idea de poner en escena el Evangelio toma forma a través de las vidas de estas personas, los protagonistas indiscutibles de una nueva era.