Bâle conoce un verano excepcional. El Comisario Hunkeler se ve obligado a renunciar a sus proyectos de vacaciones en Alsacia, con su compañera. Es encargado, en efecto, de solucionar un asunto delicado: una mujer conocida por sus opiniones radicales, fue asesinada en su gabinete. Las sospechas se dirigen naturalmente sobre los toxicómanos a los cuales distribuía metadona. Pero el conocimiento del alma humana de Hunkeler lo conduce sobre otras pistas.