Entre el inseguro historiador de arte atosigado por las críticas de su hijo y el resto de sus afligidos pacientes, Hana apenas tiene tiempo de pensar en sus propios problemas. Menos aún en los de su cada vez más aburrido marido. Aunque parece que hay pocas cosas que puedan separar a la estajanovista psicóloga de su trabajo, un rico pretendiente llamado Dub no ceja en su empeño y manda continuamente flores a Hana. Justo cuando su matrimonio se rompe en mil pedazos y Dub, desilusionado, comienza a considerar la posibilidad de encontrar el amor en otro lado, Hana, la mujer que no logra nunca decidirse, se verá obligada a tomar una de las decisiones más importantes de su vida.