Los preparativos del funeral del “tío Pepi” un socialista convencido, llevan a conflicto entre un liberalista y su intensamente “rojo” padre. Cuando buscan en el piso del “tío Pepi” el distintivo del partido para ponerlo en la solapa del difunto, dos generaciones terminan a golpes. Comienza la luche entre ideologías e ilusiones de dos generaciones que probablemente están más lejos de comprenderse que ninguna otra.