Abel y Junon tuvieron dos hijos, Joseph y Elizabeth. Víctimas de una rara mutación genética, la única esperanza para Joseph era un trasplante de médula. Como ellos y Elizabeth son incompatibles con él, sus padres concibieron un tercer hijo con la esperanza de salvar a su primogénito. Pero tampoco Henri fue incapaz de ayudar a su hermano y Joseph murió a los siete años. La familia Vuillard nunca se recuperó. Han pasado muchos años y las relaciones familiares son más tensas que nunca. En particular, entre Elizabeth, autoritaria cabeza de familia, y Henri, un cínico abandonado que divide su tiempo entre las mujeres y la bebida. Después de una violenta discusión, Elizabeth, que detesta a su hermano, le corta toda relación con su sobrino, su hijo Paul - un torturado adolescente acosado por graves problemas mentales.