¿Qué une a un hijo de 40 años con una relación sin problemas a su viejo padre, un antiguo científico sobre cuya memoria pesan el recuerdo de dos guerras y una serie de disparates históricos y privados? El lazo que han ido estableciendo a lo largo de más de 40 años es doloroso a veces, pero también cómico, y conlleva sus obligaciones e incluso tiene sus misterios – y a pesar de todo sigue sin estar claro que sean capaces de evitar hacer los mismos errores una y otra vez.