En la pista de baile de una discoteca de moda de Lima, una chica besa a un hombre tras otro, bajo la celosa mirada de su hermano Diego, quien – enamorado de su hermana Andrea – se debate por la noche entre placeres solitarios y culpables. En cuanto a Andrea, tiene la mente en otra parte y sus propios secretos que guardar. Ambos adolescentes viven fuera del mundo, ajenos a la realidad de su país, en un universo en el que incluso sus risas suenan falsas, carente de referencias y en el que el servicio doméstico sustituye a las madres ausentes. Sin embargo, en la lujosa mansión familiar, situada al borde del océano, Diego y Andrea están sobre todo desconectados de sí mismos y de lo que podrían llegar a ser. En cuanto a Agustín, el padre, se ha traído a casa a su nueva novia, que tiene veinte años menos que él. Dioses, que se desarrolla durante un verano en el que la juventud se entrega al alcohol y al sexo, analiza el malestar de una generación peruana privilegiada.