François se muda con su novia Christine al valle de Joux – situado en las cimas del Jura suizo – y allí encuentra un empleo en el periódico local consistente en redactar crónicas sobre la vida de los habitantes de la región y las películas que se proyectan en el único cine del valle. Como no es crítico, el joven no sabe qué pensar sobre las películas y se simplifica la tarea copiando palabra por palabra los artículos publicados en la revista francesa Travelling. Poco a poco, al hilo de las lecturas y los visionados, se apasiona por el séptimo arte y se las arregla para asistir a la proyecciones de prensa en Lausanne. Allí conoce a Rosa, una crítica influente que lo fascina y lo seduce. Cegado por esta mujer brillante y segura de sí misma, lo hará todo para gustarle, olvidándose incluso de sus amistades y sus amores del pasado para entrar dentro de su mundo, de la luz que irradia, y entre ellos se instala una relación perversa. François, sometido, descubre entonces juegos amorosos y perspectivas profesionales de las que ni siquiera sospechaba la existencia...